La tarde-noche del pasado día 15 de abril, desde
todos los puntos de la capital francesa, parisinos y turistas, mientras el
resto del mundo lo hacía a través de los medios de comunicación, contemplaron
conmocionados como las llamas consumían este símbolo europeo, auténtico modelo
del gótico desde hace más de ocho siglos, que llegó a resistir dos guerras
mundiales y es un auténtico Patrimonio de la Humanidad.
La Catedral de Nuestra Señora de París es uno
de los edificios más señeros y antiguos de cuantos de construyeron en estilo
gótico. Se empezó su edificación en el año 1163 y se terminó en el 1345.
Dedicada a María, madre de Jesucristo, se sitúa en la pequeña isla de la Cité,
rodeada por las aguas del río Sena. Sin lugar a dudas, siempre ha sido uno de
los monumentos más populares de la capital francesa. Ahora, toca reconstruirlo
y pare ello las autoridades galas ya hablan de como mínimo, cinco o seis años,
durante los cuales permanecerá cerrada al culto. Va a ser un periodo de tiempo
en el que habrá que trabajar duro para devolverle a la catedral el aspecto de
antaño y que todo conocíamos A tal efecto ya han sido muchas las entidades que
han ofrecido grandes cantidades de dinero para sufragar el enrome coste que
ello va a suponer. Cualquier sacrificio es poco para darle de nuevo a Nôtre
Dame su antiguo esplendor.
LA
TRANSICIÓN DEL ROMÁNICO AL GÓTICO
Las catedrales de gótico surgen íntimamente
ligadas a la idea del esplendor y la monumentalidad, a efecto claro de las
necesidades y aspiraciones de la sociedad de la época. La arquitectura gótica
es un instrumento poderoso en el seno de una sociedad que ve transformarse la
vida urbana a un ritmo acelerado en el inicio del siglo XI.
La ciudad resurge con una extrema importancia
en el campo político, en el campo económico (espejo de las crecientes
relaciones comerciales), ascendiendo también, por su lado, la burguesía
adinerada y la influencia del clero urbano. El resultado de esto es una
sustitución también de las necesidades de construcción religiosa fuera de las
ciudades, en las comunidades monárquicas rurales, por el nuevo símbolo de la
prosperidad urbana, la catedral gótica. Y como respuesta a la búsqueda de una
nueva dignidad creciente en el seno de Francia, surgió la Catedral de Nôtre
Dame de París.
PROCESO
DE CONSTRUCCIÓN
Pese a la poca calidad constructiva del
subsuelo, esta ubicación posee un largo historial dedicado al culto religioso.
Los celtas habían celebrado aquí sus ceremonias donde, más tarde, los romanos
erigirían un templo al dios Júpiter. También en este lugar existió la primera
iglesia cristiana de París, la Basílica de Saint-Etienne, proyectada por
Childeberto I alrededor del año 528 d.C.
En sustitución de esta obra surgió una
iglesia románica que permaneció hasta 1163, cuando comenzó la construcción de
la catedral actual.
Ya en 1160, y como resultado del ascenso
centralizador de París, el obispo Maurice de Sully consideró la existente
iglesia (de San Esteban) poco digna de los nuevos valores. El gótico inicial,
con sus innovaciones técnicas que permiten formas hasta entonces imposibles, es
la respuesta a la demanda de un nuevo concepto de prestigio en el dominio
ciudadano. Durante el reinado de Luis VII, y bajo su apoyo, este proyecto fue
bendecido financieramente por todas las clases sociales. Así, y teniendo en
cuenta la grandeza del proyecto, el programa siguió velozmente y sin
interrupciones que pudieran ocurrir por falta de medios económicos (algo común
en la época, en construcciones de gran envergadura).
La construcción se inició en 1163 reflejando
influjos de la Abadía de Saint Denis, subsistiendo aún dudas en cuanto a la
identidad de quien habría “colocado” la primera piedra, el obispo Sully o el
papa Alejandro III. A lo largo del proceso (la construcción, incluyendo
modificaciones, duró hasta mediados del siglo XIV) fueron varios los
arquitectos que participaron en el proyecto, esclareciendo este factor las
diferencias estilísticas presentes en el edificio.
En 1182 el coro ya prestaba servicios
religiosos y, durante la transición entre los siglos, se construyó la nave. Al
inicio del siglo XIII arrancaron las obras de la fachada oeste con sus dos
torres, extendiéndose a mediados del mismo siglo. Los brazos del transepto (de
orientación norte-sur) fueron edificados de 1250 a 1267 bajo supervisión de
Jean de Chelles y Pierre de Montreuil. Simultáneamente se levantaron otras
catedrales a su alrededor en un estilo
más avanzado dentro del gótico; la catedral de Chartres, la catedral de
Reims y la catedral de Amiens.
MODIFICACIONES
POSTERIORES
Los arbotantes de la catedral, construidos a
principios del siglo XIII son una solución estructural típica de la
arquitectura gótica que deriva las presiones de las bóvedas hacia los
contrafuertes adosados al exterior de los muros.
La catedral fue alterada sustancialmente a
finales del siglo XVII, durante el reinado de Luis XIV, principalmente en la
zona este, en la que sepulcros y vidrieras fueron destruidos para ser
sustituidos por elementos más al gusto del estilo artístico de la época, el
barroco. Así, entre 1630 y 1707, el gremio de orfebres de París encargó un
cuadro al año a artistas como Laurent de La Hyre o Sébastien Bourdon. Se
reunieron 77 pinturas de gran formato, que luego se dispersaron. En fechas
recientes, regresó al templo una docena de dichas obras.
En 1793, durante la Revolución francesa, más
elementos de la catedral fueron destruidos y muchos de sus tesoros robados,
acabando el espacio en sí por servir de almacén para alimentos.
En 1804 Napoleón Bonaparte se coronó a sí
mismo emperador en la catedral.
Con el florecer de la época romántica, la
catedral se apreció con otros ojos. Bajo esta nueva luz del pensamiento se
inició un programa de restauración de la catedral en 1844, liderado por los
arquitectos Eugéne Viollet-le.Duc y Jean-Baptiste-Antoine Lassus, que se
extendió durante veintitrés años.
Entre las modificaciones que se hicieron
están: la inserción de gabletes en las ventanas, el rosetón sur enteramente
nuevo, el cambio de la piedra de los arbotantes por piedra nueva, la
reconstrucción de todas las capillas interiores y altares, la colocación de estatuas
en la Galería de los Reyes, parcialmente destruida durante la Revolución
francesa (incluso hay algunas que son retrato de Viollet); también se añadieron
a la catedral numerosas gárgolas que configuran una de sus imágenes más
características. Además, se planeó un aislamiento de la catedral, derribando
todos los edificios de los alrededores.
En 1871, con el corto ascenso de la Comuna de
París, la catedral se vuelve nuevamente telón de fondo de las turbulencias
sociales, durante las cuales casi fue incendiada. En 1965, como consecuencia de
las excavaciones para la construcción de un aparcamiento subterráneo en la
plaza de la catedral, se descubrieron catacumbas que revelaron ruinas romanas,
de la catedral merovingia del siglo VI y de habitaciones medievales. Ya más
próximo a la actualidad, en 1991 se inició otro proyecto de restauración y
mantenimiento de la catedral con una duración prevista de diez años.
MOMENTOS
IMPORTANTES EN LA CATEDRAL
Nôtre Dame vivió a lo largo de su historia
momentos de gran relevancia:
·
1314 -
Jacques de Molay fue quemado vivo en la hoguera frente a la catedral en
construcción de Nôtre Dame.
·
1429 -
Coronación de Enrique VI de Inglaterra durante la Guerra de los Cien Años.
·
1804 -
Coronación, el 2 de diciembre de Napoleón Bonaparte como emperador de Francia y
de su mujer Josefina de Beauharnais como emperatriz en presencia del papa Pío
VII. Debido a este evento, el papa elevó a Nôtre Dame a la categoría de
basílica menor.
·
1900 - El organista y compositor francés Louis
Vierne gana la plaza de organista titular tras una dura competición contra los
quinientos mejores organistas de su época.
·
1909 - Beatificación de Juana de Arco.
·
1937 -
Fallece Louis Vierne durante la interpretación de su recital de órgano número
1750.
·
1980 - El papa Juan Pablo II celebra misa en la
plaza Parvis.
LA
LITERATURA Y LA FAMA
Durante el Romanticismo, Víctor Hugo
escribió, en 1831, el romance Nuestra Señora
de París. Situando los acontecimientos en la catedral durante la Edad
Media, la historia trata de Quasimodo, que se enamora de una gitana de nombre
Esmeralda. La ilustración poética del monumento abre puertas a un nuevo deseo
de conocimiento de la arquitectura del pasado y, principalmente de la catedral
de Nôtre Dame de París.
Y la
catedral no era sólo su compañera, era el universo; mejor dicho, era la
Naturaleza en sí misma. Él nunca soñó que había otros setos que las vidrieras
en continua floración; otra sombra que la del follaje de piedra siempre en
ciernes, lleno de pájaros en los matorrales de los capiteles sajones; otras
montañas que las colosales torres de la iglesia; u otros océanos que París
rugiendo bajo sus pies.
Víctor
Hugo, Nuestra Señora de París
UN
MAGNÍFICO SÍMBOLO DE PARÍS
Ningún visitante puede dejar la capital
francesa sin haber conocido la hermosa Catedral de Nòtre Dame, de culto
católico y sede episcopal de la ciudad.
En esta catedral, donde tuvieron lugar
acontecimientos más que importantes para la historia de Francia (la coronación
de Napoleón y Enrique IV, por ejemplo) destacan sus dos torres de casi
70 metros de altura en la fachada. Desde ellas se puede tener
una vista fantástica de la ciudad y además, del campanario, donde vivió el
Jorobado de Nôtre Dame, y de las espectaculares y curiosas gárgolas.
Nôtre Dame es uno de los símbolos
importantes de la capital francesa, junto con la Torre Eiffel y el museo del
Louvre. A partir de ahora y mientras se
llevan a cabo las importantes y costosas obras de reconstrucción sólo se podrá
contemplar desde el exterior su esbelta edificación.