La presente edición de TIEMPO DE VIAJAR incluye dos interesantes reportajes: El primero de ellos dedicado a BRUJAS la ciudad belga conocida como la Venecia del Norte. En un segundo reportaje realizamos una interesante visita al PALACIO DE GOLESTAN auténtico esplendor persa en la capital iraní. Y en los Destinos Mágicos invitamos al lector a realizar un recorrido por la CRIPTA DE SAN ANTOLÍN maravilla visigótica del siglo VII, situada bajo la actual catedral de Palencia. Excelente el capítulo gráfico en la Galería de Fotos. http://info-tiempodeviajar.blogspot.com Adéntrate en las páginas de TIEMPO DE VIAJAR, donde siempre encontrarás reportajes, una amplia galería de fotografías, noticias, curiosidades y todo lo relacionado con el mundo del viaje y la aventura. Incluso tienes un contacto por si quieres formular alguna consulta.

SANTA LUCIA DEL TRAMPAL

UNA JOYA DE ORIGEN VISIGODO

La iglesia de Santa Lucía del Trampal es un templo de datación discutida (entre el siglo VII y el siglo IX) situado en el municipio español de Alcuéscar, en la provincia de Cáceres. Se trata de un templo singular con características arquitectónicas visigodas y posible influencia posterior mozárabe, que ordena su cabecera con tres capillas rectangulares abiertas a un transepto. Destaca por ser la única edificación de época visigoda que se conserva en pie en la mitad sur de la península ibérica. Desde el 5 de octubre de 1983, la basílica está declarada Bien de interés cultural en la categoría de Monumento

CONTEXTO HISTÓRICO

La importancia alcanzada por el territorio de la actual Extremadura en tiempos del reino hispano-visigodo, heredando en gran parte la vitalidad de la época romana, tuvo sus mayores exponentes en las sedes episcopales de Mérida y Coria, de categoría metropolitana la primera, que sobre todo a finales del siglo VI y principios del siguiente alcanzó una destacada preeminencia, la cual disminuiría en el siglo VII en favor de Toledo.

En torno a los grandes focos de la cultura hispano-visigoda, en especial respecto a Mérida, se construyeron varios templos rurales, iglesias, basílicas o monasterios que salpicaron la geografía de la región y de lo cual quedan evidencias en Fregenal de la Sierra, Jerez de los Caballeros, Garciaz, Brozas, Alcántara, San Pedro de Mérida, Badajoz, Cáceres, Montánchez, Casa Herrera, Alconétar o Alcuéscar, localidad esta última en la que se encuentra la basílica que nos ocupa, Santa Lucía del Trampal.

Levantada tres kilómetros al sur de la localidad de Alcuéscar, esta pequeña basílica debió formar parte de algún monasterio, pues aún se la conoce como «el convento». A finales de la Edad Media se rehízo la iglesia y se le añadieron elementos a la construcción original, como nuevos pilares en los arcos del crucero y los arcos diafragma apuntados sobre el aula o nave original, que para entonces habría perdido sus soportes primigenios, que sostendrían una estructura de madera.

Además de una serie de estancias adosadas y pórticos laterales, así como posibles restos exteriores del primitivo conjunto monástico, el cuerpo principal que nos ha llegado de la basílica hispano-visigoda está formado por la cabecera, un pequeño espacio que se ha interpretado como un coro y el aula o nave. Todo está construido con piedra de sillería en los ángulos y en las partes de mayor interés arquitectónico, como vanos y bóvedas, mientras que el resto se compone de sillarejo y mampostería

La planta se organiza en torno al aula, de triple nave separada por dos arquerías longitudinales sobre cinco pilares de granito, el pequeño coro, un amplio crucero transversal y tres capillas en la cabecera, no adosadas sino completamente separadas mediante muros. Además de por el aula, se accede al crucero a través de unas pequeñas puertas abiertas a cada lado en la parte occidental. La escasa luz interior proviene de las ventanas abocinadas dispuestas en el frente de cada ábside y en cada extremo del crucero.

Actualmente están cubiertas la nave, el crucero y los ábsides con bóveda de cañón de sección de herradura, salvo en los tramos de crucero que preceden a cada ábside, donde debió haber estructuras de ladrillo en forma de pequeña cúpula o cimborrio más elevado con bóveda de aristas, hoy desaparecidos. En el crucero hay doce columnas adosadas al muro, que se corresponden con los arcos que inician cada tramo de abovedamiento. Es un espacio sobrio pero armónico, con una arquitectura que en origen estuvo adornada con finas impostas de mármol con diversos motivos de roleos, algunas ya arrancadas, pero otras todavía in situ confirmando la cronología visigoda del edificio.

Esta articulación constructiva resulta de gran interés, de manera que sin contrafuertes se consigue un sólido edificio gracias a la disposición ortogonal que permite el mutuo contrarresto de todas las partes estructurales, singularmente en los ábsides. Esta articulación del edificio es la que determina la segmentación del espacio interior, en el cual hallamos un espacio reducido en la nave, otro más amplio en el crucero y finalmente otros muy íntimos en los tres santuarios. Esta diferenciación de espacios estaba marcada originalmente mediante unos canceles que no se conservan, pero de los que tenemos testimonio por las hendiduras practicadas tanto en los muros como en el suelo, destinadas a su sujeción, bien visibles al final de la nave y en el acceso a cada uno de los ábsides

La distribución interior tiene relación directa con la liturgia, que señalaba distintos lugares para los asistentes a los cultos. Así en el IV Concilio de Toledo, en el año 633, se dice que los sacerdotes comulgan ante el altar, el clero en el coro y el pueblo fuera del coro. Esto se refleja en la basílica de Santa Lucía, que dispone de un aula de triple nave para el pueblo, un pequeño coro para los religiosos y tres capillas absidiales.

En cuanto a la estructura del presbiterio, con tres capillas independientes en la cabecera, podemos encontrar algunos paralelismos lejanos en edificios del Mediterráneo oriental. Sin embargo, resulta más sugestivo advertir la semejanza que tiene con el modelo de planta conocido en la basílica de fundación real en San Juan de Baños, descubierta en las excavaciones de principios del siglo XX. Así, su morfología estructural, su paralelismo con el ejemplo bien datado de Baños de Cerrato y la organización espacial coincidiendo con las necesidades litúrgicas del siglo VII, llevan a datar esta basílica hacia el segundo tercio del siglo VII, aunque su cronología está todavía siendo investigada por los especialistas.


LAS MINIATURAS MOGOLES Y RAJPUTS

El arte ha tenido una indudable importancia en el desarrollo de la historia, permitiendo conocer mejor a los pueblos, y su mensaje ha llegado a lo más profundo, a la auténtica alma de las culturas, siendo un vínculo universal en el culto de la belleza.

Pocos países en el mundo tienen una cultura tan antigua y diversa como la India. A lo largo de más de cinco mil años, su cultura en general y las bellas artes en particular se han ido enriqueciendo debido a las sucesivas oleadas migratorias que fueron absorbidas por la forma de vida.

La pintura ha desempeñado siempre un lugar preferente en la India. Esta forma de arte siempre ha sido viva e intensa, refinada y sofisticada, a la vez que intrépida y vigorosa al mismo tiempo. Con un propósito esencialmente religioso en sus inicios, la pintura india ha ido evolucionando con el paso del tiempo hasta convertirse en una fusión de las diversas tradiciones que la influyeron.

Puede dividirse en cuatro categorías esenciales: la pintura mural, la realizada en tela -de origen más bien popular y de estilo generalmente mediocre-, la pintura sobre hojas o papel y finalmente la miniatura, la cual tuvo siempre una gran preponderancia.

En la India el arte de la miniatura es muy antiguo, probablemente mucho más de lo que la documentación de que se dispone deja intuir. Hay manuscritos ilustrados procedentes del Este del país que se remontan a los siglos XI y XII y posteriormente acabó extendiéndose a Nepal y Tíbet.

Dos grandes grupos dividen la miniatura india: la que permanece fiel a la iconografía y el pensamiento hindú, y la que bajo la égida de los mogoles adapta sus temas a las tradiciones musulmanas y a las costumbres de la Corte Imperial.

Bajo el impulso de artistas iraníes, a sueldo de la Corte musulmana de los mogoles, se desarrollaron gran número de escuelas más o menos relacionadas con el arte iraní. La gran tradición de la pintura mural hindú se transmitió en muchas de estas escuelas y volvió a utilizarse la técnica empleada en el papel y en ciertos detalles de estilo. Y mientras la escuela mogol ilustraba los temas musulmanes y escenas de la Corte, las escuelas locales, al servicio de los príncipes indios, conservaban las tradiciones y figuras de los antiguos temas de epopeyas, leyendas brahmánicas o jaínes y los poemas místicos de la India.

En cuanto a las miniaturas más tardías de la época medieval, su diversidad fue mayor quizá que la de las esculturas. Por un lado estaban las miniaturas de la Corte mogol, de origen iraní, pero con particularidades muy marcadas, con el perfilado de los retratos naturalistas de gran agudeza, y también las influencias europeas, bastante frecuentes, sobre todo en el paisaje. En otro lado se encontraban las ilustraciones populares. Entre ambos extremos se situaba la complejidad de las numerosas escuelas locales llamadas en general rajputs y en las que a menudo se mostraban escenas religiosas, ingenuas y llenas de vitalidad, y especialmente costumbres de la época.

Cuando los musulmanes llegaron a la India tenían dos escuelas principales: la mogol y la rajput. La primera de ambas modificó en profundidad la técnica de la miniatura; los artesanos mogoles fueron ante todo cortesanos, trabajando para los señores refinados, educados a semejanza del Shah del Irán, y sus obras fueron frecuentemente difíciles de distinguir de las miniaturas persas. Más tarde predominaron los elementos propiamente hindúes, y se creó un estilo indo-musulmán, pero siguió utilizándose el paisaje iraní.

La dominación de la dinastía mogol en la India fue sinónimo de esplendor y opulencia. A lo largo de tres siglos, sus emperadores establecieron poderosos gobiernos que terminaron extendiéndose por todo el subcontinente, desarrollando una gran estructura militar y administrativa, a la vez que propiciaron un extraordinario auge cultural con singular riqueza de ideas en historia y filosofía así como una marcada expresión en las artes.

Fue muy importante la contribución mogol a las bellas artes con pinturas en miniatura y joyería. Hasta entonces la tradición india en la pintura había sido fundamentalmente en manuscritos ilustrados en hojas de palma. El patrocinio del gran emperador Akbar fue el de darle el impulso necesario para un renacimiento vigoroso.

Pronto los colores indios, como el azul pavo real, comenzaron a utilizarse, desarrollando el estilo mogol en un lenguaje que lo hacía distintivo. El uso del pincel redondo le añadió en efecto de profundidad del cual carecía el estilo persa. Por su parte, los misioneros portugueses que vivían en la corte de Akbar introdujeron técnicas europeas de perspectiva

Fue bajo el reinado de Jehangir cuando las pinturas en miniatura alcanzaron su más alto esplendor. La ilustración de libros se fue abandonando poco a poco y se concedió más importancia al retrato. Se continuaron pintando escenas de caza, de batallas y de la Corte con una interesante ubicación de individuos y grupos de personas. Los retratos y las pinturas de animales alcanzaron también un elevado nivel de sofisticación.

En realidad estas hermosas pinturas, pequeñas en tamaño pero meticulosas en detalles y delicadas en el trabajo con el pincel, describían la vida en la Corte en los tiempos en que fueron creadas. La vestimenta de las figuras, la arquitectura de la tierra y las características de los rostros, siempre tomaban las formas bajo el ojo lírico del pintor.

Un suntuoso manierismo se insinuó posteriormente en la corte de Shah Yahan, cuyo interés se centró en la arquitectura. Su sucesor Aurengzeb provocó finalmente la decadencia de esta disciplina de la pintura en miniatura.

El fracaso de los últimos mogoles en darles la suficiente protección a los pintores fue la causa que obligó a éstos últimos a dispersarse hacia las diferentes partes del país, lo que trajo como consecuencia el desarrollo de estilos provinciales.

Por su parte, la escuela rajput, representó el movimiento nacional en oposición con el arte musulmán. El artesano rajput no vivía en la Corte, sino entre su familia y los de su casta, de ahí que las miniaturas describieran la vida cotidiana de aquellos tiempos.

En el grupo de las miniaturas hinduistas se distinguen las escuelas de Gujarat, cuya técnica recuerda la de los frescos. Con la estilización de las figuras de los personajes y los paisajes, recuerdan las de Irán y China. La escuela de Bengala fue también célebre por sus pinturas sobre tela, de inteligente sencillez, con colorido muy rico, mientras que la escuela de Nepal resultaba más conformista y conservadora.

Los estilos rajasthani y de las escuelas de montaña fueron escuelas de estilos regionales que evolucionaron y nuevos temas tales como la leyenda de Radha y Krishna se convirtieron en populares y habituales de estos centros.

Dado que los famosos mercaderes de Shekhavati consiguieron amasar grandes fortunas, además de construir las conocidas y bellas haveli y magníficos cenotafios, se dedicaron a levantar edificios para ser recordados en la posteridad, templos, jardines, etc… sin embargo, desde el punto de vista social eran bastante modestos y rara vez encargaban un retrato de ellos mismos. Todo lo contrario ocurrió con los rajputs, que eran los jefes guerreros de la región. Los rajputs siguieron el ejemplo de los grandes emperadores mogoles y encargaban retratos en los que aparecían siempre ostentosamente con atributos reales (armaduras, caballos, flanqueados por numerosos ejércitos, etc…) o bien rodeados de flores y en escenas eróticas en compañía de bellas concubinas en tiempos de paz.

Las miniaturas, tanto mogoles como rajputs, son una auténtica maravilla pictórica en la que se utilizan técnicas milenarias que tienen su origen en la filosofía oriental, y en ellas se cuidan de forma minuciosa y con suma exquisitez todos y cada uno de los detalles de los personajes, lugares y situaciones que aparecen reflejados en estos pequeños lienzos.

Existen poderosas razones, entre ellas una profunda incomprensión, que parecen ser la causa del abismo existente entre Oriente y Occidente en materia de arte. Muchas veces se ha insistido en el aspecto “decorativo” de este arte, sin embargo, el arte de la India y de Asia en general, toca muy de cerca la filosofía, porque es esencialmente la expresión de un pensamiento y posee un aspecto metafísico que interesa tanto al artista como al historiador o el filósofo.

La historia de las artes religiosas de Oriente está llena de relaciones evidentes o escondidas, de matices y contradicciones aparentes, cuyo análisis nos declara el modo con que Asia ha considerado la posición del hombre frente a lo absoluto. Por ello, estudiar el arte de la India es tanto como rebasar con mucho el plan de la estética, es penetrar en el pensamiento y en los conceptos de una de las culturas vivas, sin lugar a ningún género de dudas, más ricas del mundo.


YACARÉ NEGRO

EL CAIMÁN DE AMÉRICA DEL SUR

El yacaré negro es una especie de cocodrilo saurópsido de la familia Alligatoridae endémico de las regiones subtropicales y tropicales de América del Sur que puede alcanzar los tres metros de longitud. Fuertemente acorazado en el lomo, de color negruzco u oliva muy oscuro, la piel delicadamente jaspeada de los flancos y de los ejemplares juveniles lo convirtió en un favorito de la industria del calzado durante mucho tiempo. Las medidas de protección han permitido su recuperación; se encuentra registrado en el listado de especies protegidas de CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres).

El yacaré negro alcanza los 2,5 metros normalmente de tamaño adulto, aunque ocasionalmente aparecen ejemplares mayores. El hocico es alargado y angosto; aún con la boca cerrada pueden observarse varios dientes.

La coloración es negra, o sea, como el azabache o muy oscura, con manchas bien marcadas en los flancos, la cola y la mandíbula inferior. El vientre es amarillento y carece de recubrimiento óseo; por el contrario, las escamas del lomo presentan osteodermos bien marcados.

Los ejemplares juveniles muestran un diseño de franjas negras sobre fondo marrón o amarillento, que se va oscureciendo paulatinamente. La coloración adulta sobreviene antes de la madurez sexual, que se alcanza alrededor de los 10 años de edad; la longitud media en ese momento ronda 120 cm.

Las patas son fuertes y cortas; los dedos de las posteriores están unidos por una membrana que facilita la natación, aunque la fuerza impulsora proviene en general de la musculosa cola, que representa el 30% de la longitud del cuerpo.

Hábitos

La dieta del yacaré negro es exclusivamente carnívora; ingiere principalmente caracoles y otros moluscos y crustáceos, además de peces, a los que acecha inmóvil con la boca abierta para tragarlos cuando se ponen a su alcance. El yacaré negro es el principal depredador natural de las palometas. Es capaz de cazar otros reptiles y aún mamíferos pequeños en caso de necesidad como lobitos de río y carpinchos, pero evita hacerlo por el consumo energético que implica.

La época de reproducción empieza a comienzos del verano; los machos marcan su territorio y combaten para expulsar a los ejemplares más débiles. Las hembras recorren la zona y copulan repetidamente para garantizar la fecundación de los huevos. Poco más tarde construirán un nido con los materiales que encuentran en la zona, siempre cerca de una superficie de agua, donde depositarán entre 20 y 40 huevos; el nido toma la forma de un montículo de material orgánico de hasta un 1,5 metros de diámetro y 6 dm. de altura.

La hembra cuida del nido durante los dos meses de la incubación, aunque en áreas de caza más o menos intensa puede abandonarlo. El calor necesario para los embriones proviene del sol y de la descomposición de la materia orgánica del nido. 

Conservación

El yacaré negro está presente en Paraguay, Bolivia, Brasil y Argentina. Dentro del territorio de Argentina lo podemos hallar en las provincias de Chaco, Formosa, Santa Fe, Entre Rios, Corrientes y Misiones.

Los ejemplares juveniles presentan una elevada tasa de mortalidad natural; sus predadores principales son las aves rapaces: el carancho (Caracara plancus), el gavilán cangrejero negro (Buteogallus anthracinus), el jabirú, entre otros.

Sin embargo, las causas fundamentales de la intensa reducción, de ejemplares de la especie han sido: la caza para la comercialización del cuero, la captura para el tráfico de mascotas y (en menor medida) su utilización alimenticia por parte de los pobladores locales; que ocasionalmente también consumen los huevos; así también la reducción de su hábitat natural.

Existen varios proyectos de cría de yacaré en granjas en Brasil, México y Argentina; parte de la producción se reintegra al medio ambiente, y la restante se faena para su explotación comercial.




SANTA MARIA DEL PUERTO

 ROMÁNICO DE INICIOS DEL SIGLO XIII

La iglesia de Santa María del Puerto está ubicada en la localidad de Santoña (Cantabria). Fue parte de un monasterio de benedictinos, probablemente erigido en el siglo VIII, en época de la repoblación de la zona.

Su origen es legendario. Se cuenta que la iglesia fue fundada por Santiago Apóstol, cuando estuvo en España en el año 37, con categoría de catedral y que consagró a Arcadio (que más tarde fue San Arcadio) como obispo. Después, en el siglo VIII fue cuando los benedictinos fundarían el monasterio en el mismo lugar.

Se trata de un edificio de modelo borgoñón, de tres naves. Los pilares que sustentan las naves son de núcleo circular, aunque se conservan algunas columnas del templo puramente románico.

Portada principal (oeste)

Cuatro arquivoltas con decoración de sierra en los boceles. Esta decoración es una simbología de los rayos solares, es decir, del cielo. Es por tanto, la puerta del cielo. En los capiteles de las columnas pueden verse esculpidos unos pajarillos picando brotes de vegetales que son simbología de las almas cristianas, así como hojas de acanto, que son el símbolo de la eternidad. 

 

Portada lateral (sur)

En los capiteles de las columnas se observa un campesino que conduce un mulo cargado de leña, dragones y aves afrontadas, decoración toda ella de tradición románica.

Interior del templo

En la base de uno de los pilares del crucero hay una inscripción que reza: Aquí yace el obispo Antonio, hermano de los reyes godos, cuya ánima Dios aya, el cual reedificó e acabó esta iglesia. Se cree que pueda referirse a la antigua construcción.

En el siglo XVI se hicieron grandes obras en el edificio antiguo. Se derribó el ábside y el crucero y se construyeron los que se ven en la actualidad, góticos del año 1532, con unas bóvedas enormes y con múltiples claves. En los fondos de estas bóvedas se ven los bustos de los apóstoles y temas que se refieren al Descubrimiento de América.

En el siglo XVII se abrieron las capillas laterales, que tienen unos retablos barrocos bastante interesantes.

Retablo de San Bartolomé

Siglo XVIII. Seguramente fue la familia Hoyo quien encargó la obra. Se encuentra en el tramo norte del crucero del evangelio. De estilo plateresco, está distribuido en tres calles y tres pisos, con un entablamento compuesto de columnas y frontón. En la calle central están los relieves de San Bartolomé, Virgen del Rosario, Cristo Salvador y Crucifixión. En las calles laterales hay unas tablas al óleo con los temas de San Sebastián, Santiago, Magdalena (a la derecha); San Jerónimo, Santa Ana en la Puerta Dorada y Santa Catalina (a la izquierda). Muchas de estas advocaciones coinciden con los nombres de barcos capitaneados por los marinos santoñeses. La calidad de las pinturas es excepcional, destacando las dos calles laterales donde hay tablas pintadas firmadas en las tablas inferiores por Petrus Nicolai de Brujas (Pieter de Moor), gran artista flamenco de comienzos del siglo XVI, influido por Hans Menling.

Retablo de San Pedro

Siglo XVIII, de estilo romanista, probablemente mandado construir por la familia Pelegrín. En madera sin policromar, está atribuido a García de Arredondo, uno de los mejores escultores castellanos del siglo XVIII; fue el fundador del taller de escultura de Limpias. La figura principal es una imagen de San Pedro en Cátedra.

Son también de interés los retablos de Las Angustias y las partes antiguas del retablo Mayor, todos ellos de estilo romanista, así como un retablo lateral de la nave del Evangelio, de estilo barroco.

Imagen de la Virgen del Puerto

Es la patrona titular de la iglesia. Se trata de una imagen gótica situada en el altar mayor. La historia cuenta que fue llevada a América en el viaje del Descubrimiento. Su fiesta se celebra el 8 de septiembre con una tradicional procesión por mar la tarde anterior a la festividad.

Pila bautismal

Es de los inicios del siglo XIII, tallada en piedra y gallonada. Está decorada en el frente con la Anunciación y San José y en la parte posterior dos santos o monjes sentados leyendo un libro. En la base están esculpidos dos leones que simbolizan en este caso el pecado original, siendo vencidos por Cristo en su institución del bautismo. En el vaso, que se encuentra gallonado interior y exteriormente, se ha tallado la escena de la Anunciación y sobre ella un entrelazado.

Portalada

Es un arco de piedra construido al exterior de la iglesia, en la entrada del recinto. La obra se llevó a cabo entre 1660 y 1661 y su ejecutor fue el maestro cantero Francisco de Cueto, vecino de Güemes. Se hizo por donación del Capitán Antonio Ortiz del Hoyo.

Un recorrido por la marinera ciudad de Santoña

Santoña es una de las más antiguas y oriundas villas marineras de Cantabria. Está situada en el oriente, en la margen más izquierda de la desembocadura del río Asón, a los pies del imponente Monte Buciero y junto a las llanuras húmedas que forman la Reserva Natural de las Marismas de Santoña y Noja.

Puede comenzarse el recorrido en el Fuerte de San Martín que data de tiempo de Felipe II y recuerda la importancia militar que tuvo esta villa.

Desde este punto puede recorrerse una parte del paseo marítimo, viendo a la izquierda la bella bahía y la Playa de San Martín.

Al llegar al monumento al Almirante Carrero Blanco, el visitante gira a la derecha y por la calle O’Donnell llega a la gran joya patrimonial de la villa: la Iglesia de Santa María del Puerto.

Saliendo del templo y caminando por la calle Alfonso XII se llega a la plaza de San Antonio. Durante el recorrido el visitante encuentra la Casa Palacio de Castañeda, bello edificio de casa-torre de principios del siglo XX, y la Casa de Cultura municipal. Se continúa tomando la calle de la izquierda que sale de la plaza, la calle Manzanedo. En ella, se encuentran dos monumentales inmuebles decimonónicos: el Instituto de los Marqueses de Manzanedo y un poco más adelante el Palacio del Duque de Santoña.

Continuando el recorrido hasta llegar al puerto, pueden presenciarse algunas de las escenas santoñesas más populares, con el trasiego de la pesquería y la vida marinera que da a Santoña su aire más singular. Entre la dársena pesquera y el puerto deportivo, esta el Mirador de las Marisma. Junto a él, se llega a la plaza de toros pronto centenaria. Pasando la Capitania se está de nuevo en el paseo marítimo, y desde este enclave hasta alcanzar el monumento al santoñés más ilustre de la historia, el cartógrafo Juan de la Cosa. Volviendo al interior del casco urbano por las plazas de la Concordia y Manuel Andujar, luego se accede a la Casa Palacio de Chiloeches, que cuenta con una magnífica fachada barroca del siglo XVII.

Sin lugar a ningún género de dudas, Santoña, merece una detenida visita.

I G U A N A

UN LAGARTO EXÓTICO


La iguana verde, también conocida como iguana común (Iguana iguana) es una especie de la familia Iguanidae. Es un gran lagarto arbóreo. Mide hasta 2 metros de longitud de cabeza a cola. Los machos alcanzan entre 30 y 40 cm de longitud hocico-cloaca, las hembras cerca de 10 cm; cola extremadamente larga y algo aplanada lateralmente. Llega a pesar más de 15 kg. Pertenece al grupo mayor y de más complicado diseño de los saurios del Nuevo Mundo, al que pertenecen la mayoría de las especies. Cabeza angosta, hocico redondeado en vista dorsal y truncado en vista lateral; ojos  grandes con pupilas verticalmente elípticas; brazos robustos y poderosos con dedos provistos de uñas muy fuertes; pliegue gular conspicuamente grande en machos adultos y con escamas triangulares en bordes dando apariencia de sierra. ​ En la base de la cabeza inicia una fila de escamas anchas y alargadas que se prolonga en la parte medio dorsal sobre cuerpo y cola. A los lados de la cabeza, presenta un escudo circular alargado. Comúnmente con tubérculos de espinas alargadas a los lados del cuello. Cambian de color dependiendo la edad. Se encuentra desde México hasta Brasil y el Pantanal del Paraguay, también en islas del Caribe y de manera asilvestrada en Florida (Estados Unidos). En México, la especie se distribuye en la vertiente del Pacífico, principalmente de Sinaloa a Chiapas; actualmente se cuenta con algunos registros para el estado de Sonora. En la vertiente del Atlántico se le encuentra desde Veracruz hasta la península de Yucatán. También se le ha observado en Ciudad de México y en Morelos. Habita selvas tropicales y manglares, en menor grado áreas áridas y semiáridas. Prefiere clima cálido o muy cálido y húmedo o subhúmedo. Se encuentra desde 0 hasta cerca de los 1,000 m s. n. m..

La NOM-059-SEMARNAT-2010 considera a la especie como sujeta a protección especial; la UICN2019-1 como de preocupación menor. Se destaca la actividad humana como principal amenaza para la especie; en algunas poblaciones se da una reducción de sus individuos y de su rango de distribución por la sobre explotación, extracción de la especie y sus huevos para consumo humano y destrucción de grandes áreas boscosas

Características

Pueden medir hasta dos metros. Son herbívoros y se reproducen por medio de huevos, que son colocados bajo tierra durante el mes de febrero (verano austral). Alcanzan la madurez sexual a los 16 meses de edad, pero son consideradas adultas a los 36 meses, cuando miden 70 cm de largo.

El color verde de su piel les permite confundirse perfectamente con la vegetación que hay en su entorno. Su piel está recubierta de pequeñas escamas; tienen una cresta dorsal que recorre desde su cabeza hasta su cola, esta es muy vistosa en los machos.

Todas las iguanas tienen patas muy cortas y cinco dedos en cada pata, acabados en garras muy afiladas. Su cola es larga y delgada y está bordeada por una hilera de afiladas escamas dorsales. Este animal a veces emite resoplidos.

También se caracterizan por un gran repliegue debajo de la barbilla similar a una papada y son conocidas por sus espectaculares exhibiciones en los rituales de defensa y cortejo, en los que levantan el cuerpo mientras agitan con fuerza la cabeza de arriba abajo. Viven principalmente en regiones bastante húmedas, como la selva mexicana y brasileña.

Dimorfismo sexual

El macho se distingue de la hembra porque tiene una cresta más grande y protuberante, la cabeza es corta y no tan alargada. Tienen unas glándulas a nivel de su membrana subtimpánica que en la madurez sexual empiezan a crecer y se notan los bultos.

La papada suele ser más grande en los machos. Los poros femorales, protuberancias que van por abajo de sus piernas, son más marcados que en la hembra. Además, tienen dos bultos en la zona de la cloaca que son los hemipenes.

Los machos también tienden a cambiar a un color anaranjado en época de apareamiento. Esto, aunque tampoco es una característica exclusiva de los machos, su color es más brillante y fuerte que en las hembras. La época de apareamiento es diferente en cada región del mundo; está regida por temperaturas, humedad y radiación solar, que hacen que entren en la época de celo.

Distribución y hábitat

Las iguanas viven en zonas de vegetación espesa y en altura (manglares, selvas, pastizales, riberas de ríos, acahuales...), donde la temperatura media anual es de 27-28 °C y la humedad ambiente es superior al 70%. Son animales fundamentalmente arborícolas, es decir, que en los árboles pasan la mayor parte del tiempo, y lo hacen gracias a sus fuertes garras y su larga cola.

Al ser reptiles, son de sangre fría, con lo que con los primeros rayos de sol, suben a las ramas más altas para alcanzar la temperatura óptima «operativa», aproximadamente entre 28-35 °C. Acto seguido se dedican a la búsqueda de alimento, sobre todo hojas (son folívoros), brotes tiernos y alguno que otro fruto, la mayoría de estos los consiguen sin bajar de los árboles aunque en ocasiones pueden bajar, bien para comer frutos maduros, para poner huevos (en madrigueras que excavan en el suelo) o bien para huir de algún depredador (las iguanas prefieren vivir cerca de ríos para así zambullirse desde el árbol en caso de peligro, pudiendo estar sumergidas durante lapsos de tiempo de hasta 15 minutos).

Las iguanas son animales bastante solitarios y sólo viven en comunidad mientras dura el periodo de celo y reproducción, durante el cual se juntan en grupos de unos 5 a 8 miembros, formados por un macho dominante, varias hembras, y ejemplares jóvenes. Como vemos se forma una jerarquía en la cual el macho dominante tiene mayores privilegios (sobre las hembras, lugar para tomar el sol, etc.). Suelen estar siempre alerta ayudándose unas a otras en la difícil tarea de vigilancia continua. Sus principales enemigos (además del hombre), son los felinos, serpientes y aves de presa (el zanate que se alimenta de crías, el tejón, el mapache que destruye sus nidos para alimentarse de los huevos, la boa, incluso perros y gatos domésticos).

Las iguanas jóvenes prefieren situarse en una altura baja-media del bosque donde el calor no es tan sofocante y la humedad es más elevada. Por el contrario, las iguanas adultas suelen ocupar las copas altas de los árboles donde el sol da con más intensidad y donde la humedad es menor.

Durante un periodo determinado de tiempo (que suele variar de unas regiones a otras), que normalmente va de diciembre a febrero, las iguanas entran en celo y centran toda su actividad en intentar aparearse. Los machos pelean por un territorio elevado y soleado. Las hembras observan a los machos y suelen elegir a aquel más grande o dominante. Tras este período, una hembra puede aparearse hasta con tres machos, y un macho puede embestir a una gran multitud de hembras. Al quedarse preñadas las hembras, tras dos meses de gestación, pelearán por un terreno donde realizar los túneles (de 25-50 cm de profundidad y de 7 a 15 m de largo) en los que depositar los huevos. Los huevos eclosionarán (romperán el cascarón) entre los 70 y 90 días dependiendo de las condiciones climáticas.

Las iguanas han sido siempre cazadas por los nativos de la zona (sobre todo el día de Pascua, en la que es el manjar por excelencia), aunque durante los últimos años son perseguidas con fines comerciales mediante perros adiestrados. El negocio peletero y de venta como animal de compañía han hecho peligrar su existencia hasta llegar a estar registradas en el apéndice II del CITES.

Las iguanas son animales diurnos, esto quiere decir que están activos únicamente por el día y duermen por la noche. Son animales que, a diferencia de perros y gatos, siguen una rutina diaria que suele ser inmutable (quizá sea por esto mismo por lo que odian los cambios y se estresan con facilidad). Pues bien, una iguana salvaje se despierta cuando sale el sol y busca un sitio soleado donde recostarse y calentarse hasta alcanzar la temperatura apropiada para moverse con facilidad y buscar alimento. Así permanecen más o menos hasta mediodía, es entonces cuando se dedican a la búsqueda de forraje, flores, hojas, brotes tiernos, frutos suaves, etc. Tras comer lo suficiente, buscan de nuevo un sitio soleado donde permanecer recostadas y digerir el alimento. Al atardecer, buscan un sitio seguro donde esperar a que llegue la noche. Y así durante los 10 a 15 años que suelen vivir las iguanas salvajes.

Suelen utilizar la cola como látigo para su defensa ante animales relativamente más grandes.

Las iguanas son reptiles estrictamente herbívoros. En estado salvaje pueden llegar a comer pequeños insectos que los ingieren al comerse las hojas verdes, que es lo que les interesa; o cuando escasea la vegetación y ya han pasado días sin comer se les ha llegado a ver alimentándose de pequeños insectos o animales, cabe mencionar que esto es perjudicial para su salud.

A las iguanas se les encuentra viviendo en árboles cerca del agua, donde se introducen si son atacadas. Ágiles escaladoras, pueden caer al suelo de la selva (sobre el colchón orgánico) desde 10 metros sin lastimarse, corriendo a gran velocidad inmediatamente.

Conservación y amenazas

Las poblaciones de iguana, se han visto disminuidas de manera significativa en todas sus latitudes de distribución, desde los estados de Sinaloa y Veracruz en México hasta Brasil y Paraguay, debido, principalmente a la caza sin control y a la destrucción paulatina de su hábitat. En México, los estados en donde se presenta mayor captura son Oaxaca, Guerrero, Campeche y Chiapas, donde sus poblaciones se han reducido drásticamente.

Estas acciones son el resultado del uso de las especies de iguanas por las comunidades locales en Latinoamérica como alimento de subsistencia. Además, ha representado una fuente importante de proteínas con alto valor nutricional en los trópicos de América desde hace cientos de años. La caza de iguanas se ve reflejada en numerosas culturas del Pacífico y América Central, donde es utilizada principalmente como alimento, consumiendo la carne y huevos por considerarse afrodisíacos y deliciosos prácticamente en todas las regiones donde habita, principalmente por la población rural.

Debido a su popularidad en el mercado de las mascotas y como alimento en países de América Latina, las iguanas están listadas en el Apéndice CITES II (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), lo que significa que su comercio debe de ser limitado y controlado.

En Puerto Rico, se estima que su número sobrepasa el de la población humana de ese país (casi 4 millones) y al ser ya un problema se está considerando establecer una industria para su captura y comercialización para exportarla a países centroamericanos donde su carne tiene gran demanda.

Relación con el hombre

En Chiapas las iguanas se capturan por cientos durante la época de postura con un lazo, luego les abren los dedos para sacar los tendones y amarrar con ellos sus extremidades anteriores y posteriores, por encima del lomo. Para obtener los huevos, abren el vientre del reptil, halando los largos oviductos. Luego, el animal es arrojado, aún vivo, con el vientre abierto. En algunas partes del Golfo de México la caza de iguanas se realiza utilizando perros iguaneros adiestrados (con las orejas cortadas según la tradición) los cuales deben coger a las iguanas pero sin comérselas. Un hombre sube a los árboles y las asusta, y éstas por instinto se lanzan a un río cercano o al suelo y es cuando estos perros las persiguen y atrapan.

Una vez capturada, la iguana es atada de sus extremidades por encima del lomo, para ello, jalan una de sus uñas con todo y tendón para insertarla en el tendón de la falange en la extremidad opuesta. Además, debido a su agresividad se les cose el hocico para evitar que muerdan durante el transporte.

En Colombia, especialmente en corregimientos del departamento del Cesar situados a orillas de ciénagas y ríos como lo son Barrancalebrija, Loma de Corredor, Puerto Patiño y Campo Amalia, se caza la iguana con otra finalidad diferente al de su consumo, utilizando sus restos como carnada para la pesca de nicuro y comelón, dos peces carnívoros que abundan en todo el sur del departamento

Gastronomía

Esta especie es muy codiciada en Panamá y departamentos del Caribe colombiano, donde es preparada su carne con leche de coco, siendo uno de los platos más apetecidos de la población de Fonseca en la La Guajira colombiana. En el departamento del Atlántico, son cazadas las hembras para retirarles los huevos dejándolas estériles. Estos son comercializados ilegalmente.

También es utilizada en sopas en Nicaragua para la llamada «sopa de garrobo». Son cazadas y vendidas en mercados de diferentes ciudades del país, es ilegal, pero el país no cuenta con leyes básicas que se pongan en reglamento.

Otro de los usos gastronómicos, es usar su carne en el sur de Veracruz (México), como ingrediente en el tamal, solo usan la carne de las iguanas adultas, ya que una joven posee poca carne. Este es cazado por su dulce sabor diferente que le da al tamal, pues se necesita solicitar un permiso temporal para la caza, porque son destazadas brutalmente, y les cortan su cabeza, sus patas y cola. Después son retiradas de su piel y empezadas a desmenuzar.