Resulta muy difícil decir adiós a una leyenda
de la comunicación, un auténtico genio de la radio y la televisión, un maestro
de presentadores que consiguió llevar el entretenimiento a todos los hogares
españoles, un experto en el mundo de la música y un apasionado de los Beatles
que a lo largo de varias décadas, con su peculiar bigote y su no menos icónica
voz cautivó a todos quienes le veían y escuchaban.
Y más difícil resulta si, quienes compartimos
con él las tareas informativas logramos descubrir a una gran persona, un hombre
entrañable y un buen amigo: José María Iñigo.
Nacido en Bilbao en 1942, bien pronto destacó
trabajando en la radio, colaborando en Los
40 Principales y El Gran Musical,
para pasar luego a la televisión en blanco y negro. Fue un auténtico pionero
con infinidad de programas. Debutó en TVE con el musical Último grito de Pedro Olea. Dos años después se puso al frente del
programa que quizá más fama le dio, Estudio
Abierto, en un formato creado por Fernando Navarrete, primero en la segunda
cadena y luego pasó a la primera dado su éxito.
Más adelante fue Directísimo, consiguiendo entrevistar a los personajes más
relevantes de la época. Siempre José María Iñigo conseguía poner la magia
suficiente en todos y cada uno de sus programas, como para tener al
telespectador pendiente de la pantalla. Luego vendrían Esta noche… fiesta y Fantástico
con rotundo éxito. De hecho estuvo colaborando con diferentes programas de
televisión hasta el último momento.
Entre 1975 y 1983 logró seis TP de Oro como
Mejor Presentador. En 1971 le fue otorgado el Premio Ondas y en el 2009 el
Premio Antena de Oro de la televisión y en el 2010 el Premio a Toda una Vida de
la Academia
de Televisión.
Al mismo tiempo, durante todos estos años
continuó trabajando como escritor, publicando varios libros y editando
diferentes revistas dedicadas al mundo del viaje y la hostelería, tales como Viajes y Vacaciones y Hoteles, entre otras, para
posteriormente editar a nivel digital la revista Ganas de Viajar.
Sin olvidar, por supuesto su excelente,
añorada y bien documentada presentación del Festival de Eurovisión en las
últimas décadas.
Ejerciendo siempre de bilbaíno universal,
gran gourmet y experto en temas musicales, aparte de un icono en las tareas
televisivas, trabajar junto a José María ha supuesto para todos quienes
estuvimos a su lado el mejor de los aprendizajes.
Con él se modernizó la radio y la televisión
en nuestro país, fue un verdadero guía para quienes seguimos sus huellas a lo
largo de varias generaciones y en todo momento supo ganarse el afecto y el
cariño de quienes nos consideramos sus amigos.
José María Iñigo siempre será un referente,
toda una leyenda.
¡Hasta siempre José María! Nunca te
olvidaremos.