La presente edición de TIEMPO DE VIAJAR incluye dos interesantes reportajes: El primero de ellos dedicado a BRUJAS la ciudad belga conocida como la Venecia del Norte. En un segundo reportaje realizamos una interesante visita al PALACIO DE GOLESTAN auténtico esplendor persa en la capital iraní. Y en los Destinos Mágicos invitamos al lector a realizar un recorrido por la CRIPTA DE SAN ANTOLÍN maravilla visigótica del siglo VII, situada bajo la actual catedral de Palencia. Excelente el capítulo gráfico en la Galería de Fotos. http://info-tiempodeviajar.blogspot.com Adéntrate en las páginas de TIEMPO DE VIAJAR, donde siempre encontrarás reportajes, una amplia galería de fotografías, noticias, curiosidades y todo lo relacionado con el mundo del viaje y la aventura. Incluso tienes un contacto por si quieres formular alguna consulta.

BARCELONA EN EL CORAZÓN



Sirvan estas líneas para rendir nuestro más sincero y profundo homenaje a las víctimas de los atentados del pasado mes de agosto y a todas sus familias.

Barcelona es una de las ciudades más visitadas del mundo, no en balde recibe más de treinta millones de turistas al año. El objetivo resultaba claro y demasiado fácil para quienes sólo hablan el lenguaje del terror y quieren imponer el miedo a todos aquellos que no piensan como ellos y, por supuesto, viven al margen de la libertad y la democracia.
La Ciudad Condal es una urbe multicultural sin duda alguna, con un interesante patrimonio y abierta al resto de la Humanidad, de ahí que resulte atractiva al visitante que pretende conocerla, muy a pesar de lo que opinan algunos pseudo políticos ponzoñosos cuyas ideas son de todos sobradamente conocidas. No es pues de extrañar que, siguiendo la estela de lo ocurrido en Niza, Berlín, Westminster, Estocolmo, Londres, París, etc. el corazón de la ciudad, un lugar emblemático por excelencia, Las Ramblas, se convirtiese el pasado 17 de agosto por la tarde en el escenario de una masacre. Debiendo considerar, además, que posteriores investigaciones hayan determinado que otras poblaciones catalanas como Cambrils  y Alcanar (Tarragona) y Ripoll (Gerona) tuvieran estrechas vinculaciones con lo trágicamente sucedido en Barcelona.
Asomarse a Las Ramblas es tanto como hacerlo a una ventana al mundo. Por ella pasean, compran y se divierten gentes de todas las nacionalidades: ingleses, franceses, alemanes, italianos, japoneses y un largo etcétera. Y lo mismo sucede en otros enclaves de la ciudad, como son la Sagrada Familia, el Parque Güell o el Barrio Gótico, por citar sólo tres ejemplos. La diana para cometer un atentado había sido preparada para hacer el mayor daño posible, para descargar toda la crueldad y el fanatismo que corroe a los que viven desquiciados al margen de una sociedad que únicamente quiere vivir pacíficamente y en convivencia.
Con sus brutales asesinatos buscan notoriedad, que se hable de ellos y, en resumidas cuentas, que el miedo se instale entre la gente, y es ahí donde no hay que caer. Ellos matan, eso es cierto, pero son pocos y cobardes, pequeños grupos de desquiciados a los que un imam (que por cierto siempre permanece en la sombra) les ha conseguido adoctrinar y engañar con falsas promesas.
La unidad a la hora de combatir esta lacra del terrorismo es fundamental con inteligencia, máxima colaboración y coordinación política, judicial y policial de todos los estados y, por supuesto, de todas las administraciones. Es la mejor forma y la más efectiva de combatir a estos criminales. Los ciudadanos han estado a la altura y magnífica fue su respuesta, pero lamentablemente no así las instituciones entre las cuales existen preocupantes fisuras, como bien ha puesto de manifiesto en sus artículos la prensa extranjera y se demostró  de forma deplorable en la manifestación multitudinaria llevada a cabo días después. Como ya es sabido, lo de la tan cacareada “libertad de expresión” es solo el recurso de quienes carecen de sólidos argumentos.
El futuro de nuestra sociedad multiétnica depende de la máxima atención, la diligencia y la mutua colaboración de todos los que la integramos. Y eso incluye, claro está, a los musulmanes.
Barcelona ha vuelto a dar una imagen de sensatez ante el terror. A destacar, por supuesto, la intervención tras los atentados de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y Servicios de Emergencia, pero no menos remarcable la actitud solidaria de la ciudadanía. En estas ocasiones siempre surgen los llamados “héroes anónimos”, personas que auxiliaban a los heridos en plena calle, hoteleros, taxistas y comerciantes que albergaban en sus tiendas a los que escapaban del terror, la mayoría desconcertados turistas.
Ahora, la ciudad trata de despertar de la brutal pesadilla, quiere volver a la normalidad, aunque las imágenes del horror siempre permanecerán en el recuerdo.
La Ramblas vuelven a llenarse de paseantes y curiosos, más aún si cabe que antes, y ésta es la mejor forma de plantar cara a los asesinos y demostrarles que los barceloneses y quienes visitan la ciudad no se arredran ante estos fanáticos de la sinrazón y la locura.
El corazón de Las Ramblas sigue y seguirá palpitando.
¡No tinc por!  ¡No tengo miedo!