La presente edición de TIEMPO DE VIAJAR incluye dos interesantes reportajes: El primero de ellos dedicado a BRUJAS la ciudad belga conocida como la Venecia del Norte. En un segundo reportaje realizamos una interesante visita al PALACIO DE GOLESTAN auténtico esplendor persa en la capital iraní. Y en los Destinos Mágicos invitamos al lector a realizar un recorrido por la CRIPTA DE SAN ANTOLÍN maravilla visigótica del siglo VII, situada bajo la actual catedral de Palencia. Excelente el capítulo gráfico en la Galería de Fotos. http://info-tiempodeviajar.blogspot.com Adéntrate en las páginas de TIEMPO DE VIAJAR, donde siempre encontrarás reportajes, una amplia galería de fotografías, noticias, curiosidades y todo lo relacionado con el mundo del viaje y la aventura. Incluso tienes un contacto por si quieres formular alguna consulta.

GARGANTA DE OLDUVAI



CUNA DE LA HUMANIDAD

La meca de la arqueología en la Garganta de Olduvai habla del origen del ser humano. Se trata de una zona de barrancos considerada como la cuna de la humanidad ya que se está en la creencia de que fue aquí donde empezó la vida, en realidad el inicio de todo.
La famosa Garganta de Olduvai en Tanzania fue descubierta para la Arqueología por la familia Leakey y la mayor parte de la investigación en la década de los años 60 fue financiada por la National Geographic. Espectaculares descubrimientos de fósiles de homínidos y los que por entonces eran los yacimientos prehistóricos arqueológicos más antiguos de la Humanidad convirtieron a esta garganta en el centro de los estudios de la evolución humana. Aún hoy no existen en ningún otro lugar yacimientos de dos millones de años con el grado de preservación tan excepcional como los de Olduvai.

LA AVENTURA HUMANA
Los cambios climáticos producidos por la colisión de las placas tectónicas provocaron la formación de toda una serie de casquetes de hielo que sumieron el planeta en un invierno de miles de años de duración. A medida que las temperaturas y los índices de pluviosidad descendieron, los bosques fueron reemplazados por praderas, los pájaros desarrollaron nuevos patrones migratorios y los animales se vieron obligados a adaptarse o morir.
Hace unos cuatro millones de años, cierta rama de primates arborícolas comenzó a experimentar un nuevo modo de vida, se aventuró por las praderas, donde algunos de ellos llegarían a ser bípedos. Su capacidad cerebral se incrementó gracias a la novedosa experiencia de utilizar las manos (ahora libres) para fabricar herramientas que les ayudaran a sobrevivir en las más duras condiciones climáticas. Aquellos chimpancés bípedos evolucionaron rápidamente hasta convertirse en criaturas como los humanos, simios que aprendieron a comunicarse, cantar y hacer fuego.
Varias especies de aquellos humanos poblaron los continentes durante al menos dos millones de años y se desplazaron de un lugar a otro, llevando consigo a sus hijos y compartiendo todo lo que tenían. Vivían en armonía con la naturaleza y ello significaba mudarse periódicamente y así dar a la tierra tiempo para recuperarse. La población alcanzó los cinco millones de individuos.
Primero Australia y después América se vieron sacudidas por el desastre, ya que hace entre 40.000 y 10.000 años, la mayoría de los grandes mamíferos se extinguieron, lo que privaba a aquellos ecosistemas de los beneficios de algunas de las criaturas más poderosas del reino animal, tales como bóvidos, caballos y camellos. Entonces, hace unos 12.700 años, se produjo un repentino cambio climático; la última Edad del Hielo llegó a su fin y, tras ella, los habitantes del Mediterráneo y Oriente Medio, en un intento por sobrevivir se aventuraron en el desarrollo de una forma de vida experimental. Descubrieron cómo manipular la naturaleza por medio de la selección artificial, aprendieron a cultivar la tierra y a domesticar a los animales.
Una vez que el clima se hubo estabilizado, algunos grupos desarrollaron una forma de vida nómada, pudiendo llevar consigo a sus rebaños domesticados de vacas, ovejas, cerdos y cabras. Otros grupos construyeron asentamientos más permanentes, pueblos y ciudades, donde la práctica de la agricultura proporcionaba excedentes que servían para alimentar a una población que había dejado de estar ligada a la tierra.
Aparecieron los primeros exploradores, conquistadores, reyes, aventureros, artesanos, comerciantes y esclavos. En la incansable marcha hacia el nuevo mundo de las civilizaciones, la tradicional relación entre el ser humano y el resto del reino natural comenzó a alterarse hasta alcanzar límites insospechados.

GEOLOGÍA Y PALEONTOLOGÍA
La Garganta de Olduvai o de Oldupai constituye uno de los lugares más importantes en el este de África en relación a yacimientos paleontológicos y arqueológicos prehistóricos olduvayenses y achelenses. Los barrancos de este cañón también son conocidos oficiosamente con el sobrenombre de “cuna de la humanidad”.
Está ubicada al este de la llanura del Serengeti en el norte de Tanzania, dentro de lo que es el Gran Valle del Rift, una gran depresión que comprende unos 2.900 kilómetros, donde la tectónica y la erosión han dejado al descubierto sedimentos de una antigüedad comprendida entre algo más de dos millones de años hasta hace unos 15.000 años (Plioceno superior – Pleistoceno).
El gobierno tanzano prefiere denominar el lugar con su nombre original masai de Oldupai, y así se encuentra escrito en todos los indicadores de carretera. El término proviene del nombre local de la planta sansevieria ehrenbergil, muy abundante en esta zona, cuya principal característica es que retiene en su interior agua, por lo que es masticada por elefantes y masais cuando este líquido escasea. La confusión se arrastra desde que llegaron los primeros exploradores alemanes a principios del siglo XX, que transcribieron incorrectamente su nombre original.
Hace millones de años este emplazamiento estaba ocupado por un gran lago, cuyas orillas se cubrieron con depósitos sucesivos de cenizas volcánicas. Hace medio millón de años la actividad sísmica produjo la modificación de la red fluvial, drenándose el lago y comenzando a erosionar los sedimentos. Actualmente, en las paredes de la garganta ha quedado al descubierto un conjunto estratigráfico de unos cien metros de espesor en el que se han diferenciado hasta siete niveles principales.
El conjunto sedimentario corresponde a depósitos de origen lacustre, aluviales y fluviales, con intercalaciones de tobas volcánicas.
Las capas de cenizas y piedras volcánicas (piroclastos) permiten realizar dataciones radiométricas, principalmente con los métodos de datación por potasio-argón y argón-argón y, por tanto, fechar los objetos que contienen o datar por encima o por debajo, según se ubiquen en la serie.
La Garganta de Olduvai, por ejemplo, tiene la distinción de tener los testimonios más antiguos de caza de elefantes, que se atribuye a Homo ergaster.

HISTORIA
El entomólogo Wilhelm Kattwinkel recolectó fósiles en el lugar en 1911, tras lo cual fue organizada una expedición dirigida por el geólogo Hans Reck, que dos años después descubrió un esqueleto humano. Los trabajos de excavación fueron iniciados por el matrimonio Louis y Mary Leakey en los años 1950 y fueron continuados durante el siglo XX por el profesor Fidelis Masao de la Open University of Tanzania con ayuda financiera del Earthwatch Institute. Hubo también equipos de arqueólogos de la Rutgers University.
Desde 2006 hasta la actualidad trabaja en este emplazamiento un equipo internacional financiado, en mayor parte, por entidades españolas, dirigido entre otros por los prehistoriadores Manuel Domínguez Rodrigo, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid, ambos codirectores del Instituto de la Evolución en África (IDEA).
En las proximidades de la Garganta de Olduvai está situado el museo que presenta exposiciones relativas a la historia de la garganta.