La presente edición de TIEMPO DE VIAJAR incluye dos interesantes reportajes: El primero de ellos dedicado a BRUJAS la ciudad belga conocida como la Venecia del Norte. En un segundo reportaje realizamos una interesante visita al PALACIO DE GOLESTAN auténtico esplendor persa en la capital iraní. Y en los Destinos Mágicos invitamos al lector a realizar un recorrido por la CRIPTA DE SAN ANTOLÍN maravilla visigótica del siglo VII, situada bajo la actual catedral de Palencia. Excelente el capítulo gráfico en la Galería de Fotos. http://info-tiempodeviajar.blogspot.com Adéntrate en las páginas de TIEMPO DE VIAJAR, donde siempre encontrarás reportajes, una amplia galería de fotografías, noticias, curiosidades y todo lo relacionado con el mundo del viaje y la aventura. Incluso tienes un contacto por si quieres formular alguna consulta.

ANACONDA



LEGENDARIA Y MORTAL
La anaconda verde o común, conocida como “la asesina sigilosa”, es una serpiente constrictora de la familia de las boas, endémica de los ríos del trópico de Sudamérica. De todas las de su especie es la de mayor peso. Se han dado casos de humanos adultos atacados o incluso siendo sus presas.
Habita en las cuencas de los ríos Orinoco, Napo, Amazonas, Paraguay y el Alto Paraná. Cuenta con poblaciones en Guyana, Isla Trinidad, Venezuela, Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Bolivia, hasta el norte de Paraguay.

DESCRIPCIÓN Y TAMAÑO
La anaconda es de color verde oscuro, con marcos ovales de color negro y ocre en los flancos. El vientre es más claro, y en la parte final de la cola muestra diseños de amarillo y negro que son únicos para cada ejemplar. El hocico está cubierto por seis escamas engrosadas, tres a cada lado, que constituyen el rasgo más distintivo que separa a las especies de Eunectes de las estrechamente relacionadas como boa.
La cabeza es estrecha y no presenta un cuello marcado. Las narinas y los ojos están en una posición elevada, facilitando así la respiración en el agua y la percepción durante los largos periodos que la anaconda pasa sumergida. Los receptores olfativos se encuentran en la lengua, como en todas las serpientes. El cuerpo es ancho y musculoso, adaptado a la forma de sus presas. El único sector de todo el cuerpo no cubierto por escamas se encuentra en la región caudal, en la zona de la cloaca, la cual presenta espolones en sus inmediaciones, que son restos atrofiados que otrora eran extremidades locomotoras.
Rara vez supera los quince años, aunque se documentan casos de hasta cuarenta años.
Aún se debate cuál de estas dos serpientes conocidas es la más larga. La anaconda es la mayor serpiente conocida al ser por mucho la más pesada y, cuanto menos, la segunda más larga, después de la pitón reticulada.
Las hembras, significativamente mayores que los machos, alcanzan un promedio de 4 a 8 metros de largo y un peso de 45 a 180 kilos, mientras que los machos alcanzan una longitud de 2,5 metros. Es el caso más marcado de dimorfismo sexual. En 1960 se registró una hembra cazada en Brasil con 8,45 metros de longitud y 227 kilos de peso. 
 Dieter Schmidt refiere que el récord lo tiene un ejemplar de 11,44 metros de longitud; en su libro Mantenimiento de las serpientes afirmó que si bien el Libro Guinness de los récords no lo reconoció, en 1944 se capturó un ejemplar en el río Orinoco, en Venezuela, que pesó 285 kilos y tenía 123 centímetros de circunferencia.

HÁBITAT Y COMPORTAMIENTO
La anaconda se siente a gusto tanto en los árboles como en el agua; prefiere los estanques de aguas quietas a las corrientes rápidas. Pasa la mayor parte del tiempo sumergida, acechando a su presa; la posición superior de las narinas le permite sumergir casi todo el cuerpo y su poderosa musculatura la hace una rápida nadadora.
Caza por lo general animales que se acercan a beber, sujetándolos con sus mandíbulas y aferrándose a ellos para enroscarse alrededor de su cuerpo y asfixiarlos. El ataque es extremadamente rápido, en algo más de diez segundos ya han sometido a su presa. Si encuentra la oportunidad de cazar en tierra, normalmente se descuelga desde una rama para sorprender a su presa. Se enroscan a su presa formando anillos con su cuerpo pero, por lo general, no es la fuerza de constricción lo que mata a la presa, sino que le impide respirar, presionando el tórax para imposibilitar la inhalación, y lo logran por la inmensa fuerza de su cuerpo.
La anaconda no tritura sus presas, su mandíbula se desencaja, permitiéndole tragar la presa entera y utiliza su fila de dientes interior (tienen cuatro filas de dientes, una ordinaria y otra en el paladar) para ir avanzando sobre su alimento e irlo introduciendo en su garganta. La digestión de una presa grande puede demorar varias semanas, durante las cuales la serpiente se encuentra casi inactiva y dormita en una rama o junto al agua.
Aunque pasa la mayor parte del tiempo en el agua, también sale a la superficie para capturar presas fáciles. Es capaz de comer animales de gran tamaño; el carpincho es una de sus presas más comunes, así como ejemplares jóvenes de tapires, pecaríes, ciervos y caimanes. Se alimenta también de huevos, aves, diversos roedores y otros reptiles menores.
Se han dado casos de humanos adultos que se han convertido en sus presas.
También existen anacondas caníbales, la mayoría hembras devoradoras de machos pequeños, posiblemente para asegurar la supervivencia durante la temporada seca, cuando escasean las presas.
En su fase adulta, las anacondas solo pueden ser depredadas por el jaguar (aunque raras veces), el cual es su mayor enemigo, aparte de los humanos.

REPRODUCCIÓN
El apareamiento de la anaconda se produce entre los meses de abril y mayo, las hembras atraen a los machos mediante una señal olfativa y éstos se congregan en torno a ellas a lo largo de varias semanas. En la última fase del cortejo, hasta una docena de machos se enrosca en torno a la hembra, luchando por acceder a la cloaca de ésta, formando una bola característica; pueden permanecer enroscados de este modo hasta quince días, muchas veces en aguas poco profundas hasta que la hembra -más grande y más fuerte- escoge al vencedor del duelo.
Durante la cópula propiamente dicha, los espolones del macho estimulan la región caudal de la hembra; ambas cloacas entran en contacto y las colas se enroscan mientras se produce la inseminación.
La anaconda no tiene particular valor comercial, aunque su piel se usa ocasionalmente en marroquinería. La principal amenaza para su conservación es la destrucción de su hábitat, así como la caza por quienes la consideran un riesgo para el ganado doméstico y los niños, sin tener en cuenta el papel que juega en el control de las plagas de roedores.
Existe la anaconda amarilla, también nativa de Sudamérica, de tamaño inferior a la anaconda verde. También vive en hábitats acuáticos, charcas, bancos de ríos y arroyos lentos. Su dieta incluye algunos venados, cerdos salvajes, grandes roedores y hasta peces.
La curiyú, como otros ofidios, es comestible asada o frita después de quitarle la piel y quitarle las vísceras cuidadosamente, dado que en ellas pueden tener parásitos. Por ser comestible ha sido uno de los diversos ingredientes alimenticios para las etnias indígenas en donde este ofidio se encuentra.