La presente edición de TIEMPO DE VIAJAR incluye dos interesantes reportajes: El primero de ellos dedicado a BRUJAS la ciudad belga conocida como la Venecia del Norte. En un segundo reportaje realizamos una interesante visita al PALACIO DE GOLESTAN auténtico esplendor persa en la capital iraní. Y en los Destinos Mágicos invitamos al lector a realizar un recorrido por la CRIPTA DE SAN ANTOLÍN maravilla visigótica del siglo VII, situada bajo la actual catedral de Palencia. Excelente el capítulo gráfico en la Galería de Fotos. http://info-tiempodeviajar.blogspot.com Adéntrate en las páginas de TIEMPO DE VIAJAR, donde siempre encontrarás reportajes, una amplia galería de fotografías, noticias, curiosidades y todo lo relacionado con el mundo del viaje y la aventura. Incluso tienes un contacto por si quieres formular alguna consulta.

S A M M E Z Z A N O



UNA EXTRAVAGANCIA MULTICOLOR


Ubicado a menos de cuarenta kilómetros al sur del centro de Florencia, en la Toscana italiana, este singular castillo está rodeado por un gran bosque de robles y se alza en la cima de una colina. Más allá de cualquier comparación, resulta una singular residencia de estilo morisco con intrincados diseños y colores. Data de siglos y su fachada principal aseguran algunos “entendidos”  que se asemeja al Taj Mahal indio y el interior de sus estancias están decoradas al estuco, al parecer inspiradas en la Alhambra de Granada. Se trata, sin duda, de una peculiar edificación que siempre fue ocupada por relevantes personajes.

ENTRE LA HISTORIA Y LA LEYENDA
La historia de los orígenes de este castillo italiano se remonta al año 780, fecha en que pudo haber acogido a Carlomagno, acompañado de su familia. Muchos siglos después, el edificio pasó a manos de la familia florentina de Gualtierotti hasta 1488. Sucesivamente también fue propiedad de Bindo Altoviti y de Giovanni de Médicis.
En 1564 el Gran Duque Cosimo creó el área restringida de Sammezzano, una vasta zona correspondiente en gran parte al territorio del municipio de Reggello, en la cual fue prohibido pescar o cazar sin permiso. Posteriormente, Cosimo I se lo dio a su hijo Fernando, el futuro Gran Duque.
En 1605, la residencia de Sammezzano fue comprada con fondos de la nobleza española para Ximenes de Aragón y más tarde, una vez heredado en 1816 por Ferdinando Panciatichi, entre 1853 y 1889 le dio el actual estilo morisco, trabajando como diseñador y arquitecto. A lo largo de 1878 fue la sede del rey de Italia, Humberto I.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el castillo de Sammezzano fue utilizado como un hotel de lujo con apartamentos y club de campo, hasta su cierre en 1990. A pesar de haberse realizado algunas obras de restauración y tras venderse a una compañía británica, quedó abandonado, cerrándose al público.  Sin embargo, en abril de 2012 fue creado un comité vinculado a Ferdinando Panciatichi Ximenes de Aragón para promover y mejorar el edificio y todos sus bellos alrededores.
Una historia tan singular como el propio castillo.

MAGNÍFICO PARQUE
El parque se remonta a mediados del siglo XIX y fue construido por el propio Ferdinando Panciatichi, haciendo uso de las tierras agrícolas existentes alrededor de su propiedad y de un bosque de robles. Se plantaron un gran número de especies de árboles exóticos, añadiendo elementos arquitectónicos también de estilo morisco, como un puente, una cueva artificial con una estatua de Venus, algunas piscinas, fuentes y otras creaciones decorativas en terracota. Sólo una pequeña parte de los árboles del siglo XIX sobrevivió, pero en la actualidad parece que existe un proyecto de restauración para preservar los de origen más raro, aumentando así la riqueza botánica original. El parque alberga el mayor grupo de secuoyas gigantes de toda Italia, con 57 ejemplares que miden más de 35 metros de altura, al margen de ejemplares de ciprés, pino, abeto, palma, yuca, arce, cedro del Líbano, fresno, almez, acacia, tilo y muchas otras plantas de gran interés.

DESCRIPCIÓN DEL INTERIOR DEL CASTILLO
El hall de la entrada principal se eleva dos plantas y tiene una galería con balaustrada calada, un techo de casetones multicolor y columnas pareadas con capiteles papiro. El castillo cuenta con 365 habitaciones, una para cada día del año y cada una de ellas tiene su propio nombre y se diferencia de las demás, distribuidas en dos plantas.
En el interior se encuentra la Sala del Pavo Real con colores y geometrías realmente increíbles, el Salón Blanco de mosaico marroquí, con suelos de baldosas y candelabros de hierro forjado que cuelgan de los techos.
La Gran Rotonda Blanca, la galería entre la Sala de los Espejos y el octógono de la Sala de Fumadores, la Sala de los Lirios, el Salón de los Españoles, las Estalactitas, los Amantes y también una pequeña capilla. En estos espacios que se suceden unos a otros hay nichos ocultos, esquinas, ventanas, columnas, caminos laberínticos, capiteles, arcos, bóvedas y cúpulas.
Encima de un arco destacan las palabras Non Plus Ultra, que significa “nada más allá” en latín, que en la mitología griega era una advertencia que marcaba a los exploradores el borde de un mundo plano, quizás comunicando la intención del arquitecto de llevar a los visitantes, literalmente, fuera de este mundo, a interiores asombrosos.
Las bóvedas de estuco policromado de la Sala del Pavo Real, recuerdan la forma de la cola de esta ave, inspirando el nombre de este salón. La parte inferior de las paredes son de azulejos de cerámica translúcida, con un pedestal de mármol, mientras que las columnas son de estuco pintado. El pavimento es de mayólica creando formas geométricas.
En uno de los laterales de la planta aparece la Gran Rotonda coronada por una cúpula de cristal y rodeada de un balcón. Los escudos que adornan la base de la cúpula soportan estas inscripciones: Fortitudo, Misericordia, Elementia, Temperancia, Pax, Prudentia, Justitiz, Libertas, mientras que en el segundo paso alrededor de la cúpula tiene una inscripción con el nombre del marqués d’Aragón, reconociéndolo como autor del hall en el año 1863. Sus iniciales FPX se repiten en las paredes y encima de las puertas. La sala está completamente decorada con estucos blancos y se enriquece con un artesonado policromado y paneles con vitrales.
La característica sobresaliente del Salón Español es el techo, que tiene muchos platos de cerámica revestidos de oro e incrustados en las decoraciones de estuco policromado.
Por lo que hace referencia al Salón de los Amantes, está dedicado a las parejas más famosas de la literatura caballeresca (Clorinda y Tancredo, Lancelot y Ginebra, Tristán e Isolda, y así sucesivamente), cuyos nombres están escritos en oro entre las elaboradas decoraciones de estuco blanco, mientras que otras inscripciones alaban el poder de amar.
La Sala de los Lirios está decorada con estucos, cerámicas y vidrieras. Esta sala lleva el nombre de los lirios heráldicos que mejoran las columnas.
Las paredes de la estructura exterior han sido realizadas con ladrillo de arcilla roja y piedra.
Las paredes fueron decoradas con estucos pintados en vivos colores, en algunos espacios con aplicaciones de mármoles y cerámicas esmaltadas, piezas labradas de terracota, piedra y metal. Los techos artesonados.
En los suelos se han colocado baldosas moriscas y venecianas, formando dibujos geométricos.
La Sala del Pavo Real está corada con azulejos de cerámica translúcida y formas geométricas en mayólica.
La Sala de los Platos Españoles toma su nombre de las decenas de placas esmaltadas, procedentes de la Península Ibérica puestas en su techo de crucería.
Finalmente, la cúpula de la Sala Blanca está cubierta con un complejo patrón de estuco blanco. Debajo está la habitación de los Enamorados.

¿Castillo? ¿Residencia? ¿Éxtasis arquitectónico? Resulta muy difícil catalogar a un edificio de estas características. En realidad se trata de una extravagancia multicolor.