CÓMICOS… PERO MUY AGRESIVOS
Aunque
a lo largo de los tiempos se han convertido en simpáticos y populares
personajes de historietas, donde su aspecto rechoncho se utiliza como efecto
divertido, se trata de grandes herbívoros que están considerados entre los
mamíferos más peligrosos del continente africano.
El
hipopótamo es un animal semiacuático que habita en ríos y lagos, donde los
machos adultos, que son muy territoriales, controlan grupos de cinco a treinta
hembras y a otros jóvenes. Durante el día reposan en el agua o el fango,
mientras que al anochecer se vuelven más activos y salen a comer hierbas
terrestres. Tanto la cópula como el parto de este animal tienen lugar en el
agua. Aunque descansan juntos, el salir al exterior a pastar lo realizan de
forma solitaria.
A
pesar de su cierto parecido físico con los cerdos y otros ungulados terrestres,
sus parientes vivos más cercanos son los cetáceos (ballenas, marsopas, etc.).
Los fósiles de hipopótamo más tempranos que se conocen pertenecen al género Kenyapotamus, encontrados en África y
datados hace aproximadamente 16 millones de años.
El
hipopótamo es fácilmente reconocible por su torso en forma de barril, enorme
boca y dientes, cuerpo con la piel lisa y casi sin pelo, patas rechonchas y su
gran tamaño. Es el tercer animal terrestre por su peso (entre dos y tres
toneladas), detrás del rinoceronte blanco y los dos géneros de elefantes. A
pesar de su forma achaparrada y cortas piernas, puede superar a un humano en
velocidad. Se han cronometrado hipopótamos a 30 kms/hora en distancias cortas.
Es
una de las criaturas más agresivas del mundo y a menudo está considerado como un
animal muy feroz, causante de muchas muertes en África.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
El
hipopótamo común se extendía por Europa y África del norte durante el
Pleistoceno tardío hasta hace aproximadamente 30.000 años. Era común en la
región del Nilo en Egipto hasta tiempos históricos, pero ha desaparecido desde
entonces de esa zona. Plinio el Viejo escribió que, en su tiempo, la mejor zona
para cazar a este animal estaba en el nomo de Sais (Bajo Egipto).
Hasta
el periodo glacial, estaban presentes en el sudeste asiático y en el sur de
Europa. El Behemot de la Biblia no
era otra cosa que un hipopótamo que habitaba entonces el valle del Jordán.
El
hipopótamo común se distribuye irregularmente en la actualidad en los ríos y
lagos del África subsahariana (unos 150.000 ejemplares). Sudán, Somalia, Kenya,
norte del Congo y Etiopía, en el oeste desde Ghana a Gambia y en el África
austral (Botswana, Sudáfrica, Zimbabwe y Zambia). Existen poblaciones aisladas
en Tanzania y Mozambique (entre 20.000 y 30.000 ejemplares).
Se
encuentran amenazados a causa de la pérdida de su hábitat y por la caza furtiva
para conseguir su carne y el marfil de sus dientes caninos.
DESCRIPCIÓN
Debido
a su gran tamaño, la boca es enorme y sus mandíbulas pueden abrirse en un
ángulo de 150 grados, el cuello es corto y robusto, y el cuerpo alargado y
enormemente grueso, con el dorso más elevado en la grupa que en la cruz y
hundido en la parte central; el vientre, amplio y redondeado, es colgante y
llega a rozar el suelo cuando el animal camina por un terreno pantanoso.
Los
ojos, las orejas y las fosas nasales están situados en la parte superior de la
cabeza, lo que les permite permanecer en el agua y el fango de los ríos,
pantanos y lagos tropicales con la mayor parte del cuerpo sumergido, para
mantenerse frescos y evitar las quemaduras solares.
Tienen
las patas cortas con cuatro dedos bien desarrollados en cada una, con
terminaciones en pezuña, y su estructura esquelética está adaptada para
sostener el gran peso de estos animales. Al igual que otros mamíferos
acuáticos, el hipopótamo tiene muy poco pelo. Aunque no es un rumiante posee un
estómago complejo compuesto por tres divisiones o cámaras.
La
piel es lisa con pliegues en el pecho y en el cuello y casi sin pelo con
excepción de unas cortas cerdas en la cabeza y la cola. Es de color gris
morado, con la parte inferior del cuerpo y en torno a los ojos y orejas de color
marrón rosáceo; son comunes los casos de albinismo. Su piel segrega un
protector solar natural de color rojizo, que hace que en ocasiones llegue a
decirse que “suda sangre”, pero ni es sudor ni sangre; esta secreción es
inicialmente incolora, para variar a los pocos minutos y volverse rojo
anaranjada y eventualmente de color marrón.
Cuentan
con dos o tres pares de incisivos y los caninos de la mandíbula inferior tienen
la apariencia de dos enormes colmillos, los cuales pueden superar en el caso de
los machos los 50 centímetros de longitud (la mitad en la caso de las hembras)
y alcanzar un peso de hasta 4 kilos; son triangulares, curvados en forma de
media luna, romos en su extremo y provistos de surcos longitudinales. Los
colmillos de la mandíbula superior son mucho más cortos y débiles, y también
curvados y romos en su extremo.
ECOLOGÍA Y COMPORTAMIENTO
Aunque
no es un animal estrictamente nocturno, son activos durante la noche. Pasan la
mayor parte del día durmiendo o revolcándose en el agua o el barro junto a los
demás miembros de su grupo. El agua les sirve para mantener baja la temperatura
de su cuerpo y para impedir que su piel se reseque. Excepto para comer, la
mayor parte de sus vidas (cotejo, luchas entre ellos, parto, etc.) ocurren en
el agua.
Dejan
el agua al anochecer y se desplazan tierra adentro, a veces hasta ocho
kilómetros, para pastar en zonas de hierba corta, su fuente principal de
alimento, que extraen entera ayudándose de los labios. Pasan de cuatro a cinco
horas pastando y pueden consumir cerca de 70 kilogramos de hierba cada noche
(aproximadamente el 5% de su peso). Como la mayoría de los herbívoros,
consumirán otro tipo de plantas si se da la ocasión, pero su dieta en estado
salvaje consiste casi completamente de hierba, con un consumo mínimo de plantas
acuáticas.
Los
hipopótamos adultos no flotan y no pueden nadar. Cuando se encuentran en aguas
profundas, se propulsan generalmente dando pequeños saltos por el fondo; se
mueven a velocidades superiores a ocho kilómetros por hora en el agua. Sin
embargo, los ejemplares jóvenes sí flotan y se desplazan nadando con impulsos
de sus patas traseras. Los adultos emergen a respirar unos minutos y el proceso
de salida a la superficie y de respiración es automático e incluso el
hipopótamo que duerme bajo el agua, sale al exterior y respira sin despertarse.
Cuando se sumergen cierran sus fosas nasales.
Aunque
les guste estar en proximidad unos de otros, no parece que formen uniones
sociales excepto entre madres e hijos.
Sólo
son territoriales en el agua, donde un macho controla una pequeña extensión de
río o lago de unos 250 metros de longitud para establecer derechos de
apareamiento y que contiene unas diez hembras. Los grupos más numerosos pueden
tener hasta cien individuos. Permiten la presencia de otros machos en su zona,
pero siempre que se sometan a la autoridad del ejemplar dominante.
Su
longevidad media se sitúa en los 40 años de edad en estado salvaje y unos 50
años en cautividad
ANIMALES MUY AGRESIVOS
Su
agresividad resulta manifiesta, especialmente por parte de los machos, siendo
hostiles con los cocodrilos que muy a menudo comparten su espacio en ríos y
lagunas, sobre todo cuando sus crías están en el grupo. Se han dado casos de
que cocodrilos del Nilo, leones, e incluso hienas han luchado con ejemplares
jóvenes.
Resultan
también muy agresivos con los humanos, no en balde están considerados como una
especie de animales africanos muy peligrosos, existiendo constancia de ataques
a personas en embarcaciones y también de noche fuera del agua.
Para
marcar su territorio o incluso como un sistema de señalización u orientación,
los machos (y en mucha menor medida las hembras) agitan sus colas mientras
defecan en el agua, para distribuir sus excrementos por una zona más extensa,
descargando también su orina hacia atrás, probablemente con el mismo fin.
Es
muy raro que se maten entre ellos, incluso durante las luchas territoriales que
mantienen con gran ferocidad. Por lo general, un macho dominante y un joven
soltero que lo haya retado, dejan de luchar cuando está claro que uno de los
dos es más fuerte. Cuando una zona está densamente poblada o cuando un hábitat
comienza a resultar reducido, los machos dominantes intentan en ocasiones matar
algunas crías, aunque las madres los defenderán de forma muy agresiva, llegando
incluso a matar al macho.
ALGUNAS ESPECIES SE HAN
EXTINGUIDO
El
hipopótamo era conocido por los historiadores desde la Antigüedad clásica. Herodoto
ya lo describió en sus Historias (Circa
440 a.C) y el historiador romano Plinio el Viejo escribió sobre este animal
en su enciclopedia Naturalis Historia
(77 d.C.). Desde aquellas épocas ha ido evolucionando a través de
diferentes especies, aunque algunas de ellas se han extinguido ya, como por
ejemplo los hipopótamos de Madagascar. Existen evidencias fósiles de que muchos
ejemplares ya eran cazados en la antigüedad por los humanos.
Llegaron
a existir también algunas especies de hipopótamo europeo y en las islas
Británicas, pero desaparecieron antes de la última glaciación. El Pleistoceno
también fue testigo de la evolución de varias especies de pequeño tamaño en
varias islas del Mediterráneo.
Estos
animales eran bien conocidos entre los antiguos egipcios, que los consideraban
como feroces habitantes del Nilo. En la mitología egipcia, Tueris, diosa de la
fertilidad y protectora de las embarazadas, se representaba con cabeza de
hipopótamo, pues los antiguos egipcios reconocían el carácter protector de las
hembras hacia sus jóvenes.
Aparte
de los numerosos ejemplares que existen en los Parques Nacionales y Reservas,
especialmente de África, desde hace mucho tiempo son animales muy conocidos en
los zoológicos de todo el mundo. El primer ejemplar que llegó a un zoo y
constituyó todo un espectáculo de la historia moderna (aseguran que llegaron a
verlo hasta 10.000 visitantes diarios) fue en mayo de 1850 en el zoológico de
Londres.
Desde
entonces se presencia se ha hecho habitual en todos los zoológicos, y muy
especialmente dado que se reproducen favorablemente en cautividad.
POPULARES EN EL MUNDO DE LA
CULTURA
Este
animal era conocido por griegos y romanos antiguos como la “Bestia del Nilo”.
Un hipopótamo rojo podría ser la representación del dios Seth en la religión
del Antiguo Egipto y su consorte, Tueris también, como ya se ha citado
anteriormente. De igual forma, se piensa que el monstruo Behemot del Libro de Job está basado en este animal.
Han
sido animales populares también en la cultura occidental por su aspecto
corpulento que muchos consideran cómico. Historias de hipopótamos como Huberta,
que se convirtió en una celebridad en Sudáfrica en 1930 por su viaje de 1.600
kilómetros a través del país, o la historia de Owen y Mzee, un hipopótamo y una
tortuga que desarrollaron una amistad poco común, han divertido a la gente que
ha comprado libros, objetos promocionales y todo tipo de juguetes de
hipopótamos como tragabolas para los niños.
También
se han convertido en personajes famosos en el mundo del cine. La película de
Disney Fantasía presentó a una
bailarina hipopótamo que baila en la ópera La
Gioconda. Otros personajes de animación han incluido al popular Pepe Pótamo de los estudios
Hanna-Barbera, Flavio y Marita en
Animaniacs, el dúo francés Pat y Stanley
y Moto Moto en la película de Dream Works, Madagascar.
Curiosamente,
en el deporte del ajedrez existe una apertura denominada defensa hipopótamo, un
poco común aunque sólido sistema de defensa.