La presente edición de TIEMPO DE VIAJAR incluye dos interesantes reportajes: El primero de ellos dedicado a BRUJAS la ciudad belga conocida como la Venecia del Norte. En un segundo reportaje realizamos una interesante visita al PALACIO DE GOLESTAN auténtico esplendor persa en la capital iraní. Y en los Destinos Mágicos invitamos al lector a realizar un recorrido por la CRIPTA DE SAN ANTOLÍN maravilla visigótica del siglo VII, situada bajo la actual catedral de Palencia. Excelente el capítulo gráfico en la Galería de Fotos. http://info-tiempodeviajar.blogspot.com Adéntrate en las páginas de TIEMPO DE VIAJAR, donde siempre encontrarás reportajes, una amplia galería de fotografías, noticias, curiosidades y todo lo relacionado con el mundo del viaje y la aventura. Incluso tienes un contacto por si quieres formular alguna consulta.

DIAN FOSSEY



AMOR  A  LOS  GORILAS
 

Mientras que la caza furtiva fue ilegal en el Parque Nacional de los Volcanes de Virunga en Ruanda desde 1920, la ley raramente fue aplicada por los conservadores de dicho parque, quienes fueron habitualmente sobornados por los cazadores furtivos. En varias ocasiones, Dian Fossey fue testigo de las consecuencias de la capturas de gorilas bebé a petición de los zoológicos: “Los gorilas van a luchar hasta la muerte para proteger a sus crías y los secuestros a menudo dan como resultado hasta diez gorilas adultos muertos y otros sufren heridas durante su captura”.
A través de la Fundación Digit, Dian Fossey financió patrullas para destruir las trampas de los cazadores furtivos en el área de estudio de Karisoke. En sólo cuatro meses de 1979, la patrulla de Fossey, que constaba de cuatro empleados africanos, destruyó casi un millar de trampas en las proximidades de su área de investigación. Por el contrario, en el mismo periodo de tiempo, el oficial ruandés responsable del parque, con veinticuatro miembros de personal a su cargo, no erradicó ninguna de las trampas de los furtivos. En la parte oriental del parque no patrullada por Fossey, los furtivos acabaron erradicando prácticamente todos los elefantes por el marfil y mataron a más de una docena de gorilas. El trabajo de la doctora e investigadora ayudó al arresto de varios cazadores furtivos, algunos de los cuales están cumpliendo largas condenas de prisión.

UNA VIDA DEDICADA A LOS GORILAS
Nacida en San Francisco en 1932, Dian Fossey se graduó en Terapia Ocupacional en el San José State Collage en 1954, pasando varios años trabajando en un hospital de Kentucky. Motivada por el trabajo de George Schaller, destacado zoólogo estadounidense que se dedicó al estudio de los gorilas, ella viajó a África en 1963. En septiembre de aquel año llegó a Nairobi (Kenya) y se encontró con el famoso actor William Holden, dueño del Treetops Hotel, quien la introdujo en su guía de safari. En las siguientes semanas recorrió Kenya, Tanzania, la República Democrática del Congo y Zimbabwe. La ruta incluyó visitas a Tsavo, uno de los mayores parques nacionales africanos, el lago de Manyara, famoso por atraer bandadas gigantescas de flamencos, así como el cráter del Ngorongoro, bien conocido por su abundante flora y fauna. Los dos últimos lugares de la visita fueron la Garganta de Olduvai en Tanzania (el lugar arqueológico de Louis y Mary Leakey), y el monte Mikeno en el Congo, donde en 1959 el zoólogo Georges Schaller había llevado a cabo el estudio pionero sobre los gorilas de montaña.
Una vez en África observó y estudió a los grandes simios de las montañas en su hábitat natural y conoció al antropólogo británico Louis Leakey, de quien aprendió la importancia del estudio de estos animales para comprender la evolución humana.
En 1966 logró el importante apoyo de la Nacional Geographic Society y la Fundación Wilkie para trabajar en Zaire, pero pronto la complicada situación política del país la forzaría a trasladarse a Ruanda para proseguir sus investigaciones. Su paciencia y meticulosa observación de los gorilas le permitieron comprender e imitar su comportamiento, ganando paulatinamente la aceptación de varios grupos. Aprendió a reconocer las características únicas de cada individuo, llegando a tener con ellos una relación de mutua confianza y afecto. Karisoke, su lugar de estudio, se convirtió en centro internacional de investigación sobre los gorilas cuando ella lo fundó en 1967. En 1974 recibió el grado de doctora en Zoología por la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido.
En 1983 publicó Gorilas en la niebla, libro en el que expuso sus observaciones y su relación con los gorilas en todos sus años de trabajo.
Fossey hizo descubrimientos sensacionales sobre los gorilas y alcanzó logros científicos como nunca se habían realizado hasta entonces. Interesantes trabajos sobre su comportamiento, su vocalización, la existencia muy rara de infanticidio en los grupos, sus dietas, su capacidad para reciclar nutrientes, definiéndolos como “seres dignos y gentiles gigantes altamente sociales con personalidad individual y fuertes relaciones familiares”.
A lo largo de sus veintidós años de estudio con los gorilas, Fossey combatió la actividad de los cazadores furtivos que estaban llevando la especie de los gorilas de montaña a la extinción. Esta lucha le creó muchos enemigos y se sospecha que fue el motivo de su asesinato en 1985.
Seis meses antes de su muerte, el corresponsal Barry Shlachter citó a Fossey en una de sus últimas entrevistas, diciendo que “Ella estaba habituando a los gorilas sólo a las personas blancas, porque los negros eran cazadores furtivos”.

TRÁGICA MUERTE
Dian Fossey siempre se opuso firmemente al turismo en su área de trabajo, aduciendo que los gorilas son muy susceptibles a las enfermedades de los seres humanos como la gripe para las que no tienen inmunidad. Ella misma reportó varios casos en los que los gorilas murieron a causa de enfermedades transmitidas por los turistas. Consideraba al turismo como una injerencia en su comportamiento salvaje natural y por ello criticó algunos programas turísticos, a menudo pagados por organizaciones internacionales de conservación, por interferir tanto en su investigación como alterando la paz del hábitat de los gorilas de montaña.
En la actualidad, sin embargo, la Dian Fossey Gorilla Fundation International reconoce la importancia del turismo para ayudar a crear una comunidad estable y sostenible dedicada a la protección de los gorilas y su hábitat.
El cuerpo de Dian Fossey fue encontrado muerto en el dormitorio de su cabaña en las montañas Virunga (Ruanda). Nunca se creyó que el robo fuese el móvil del asesinato, dado que los objetos de valor, varios miles de dólares en efectivo, cheques de viajero y el equipo fotográfico al completo permanecieron intactos.
Su muerte brutal, a machetazos, fue atribuida a jefe de los cazadores furtivos de gorilas contra los que luchó. El cráneo de Fossey apareció dividido por una panga (machete), una herramienta habitual para los cazadores furtivos que había confiscado a un cazador furtivo en los años anteriores y que posteriormente colgó como decoración en la pared de su sala de estar junto a su dormitorio.
Fossey fue enterrada en Karisoke, en el mismo lugar que ella había construido, un cementerio para gorilas, sus amigos. También tuvieron lugar servicios conmemorativos en Nueva York, Washington y California.
Su testamento establecía que todo su dinero (incluidas las ganancias de la película Gorilas en la niebla) debería ser destinado a la Fundación Digit que ella creó para financiar las patrullas contra la caza furtiva. Sin embargo, su madre impugnó dicho testamento y ganó.
Durante el periodo del terrible genocidio que asoló Ruanda en 1994, el campamento quedó completamente saqueado y destruido. Hoy sólo quedan algunos vestigios de lo que fue su lugar de trabajo. Durante la guerra civil, los parques de Virunga se llenaron de refugiados y la tala ilegal destruyó diferentes áreas.
Uno de los amigos de Fossey, Shirley Mc.Greal, continúa trabajando para la protección de los primates a través de la obra de su Liga Internacional de Protección de Primates, una de las pocas organizaciones de vida salvaje que, de acuerdo con Fossey, promueve efectivamente la conservación activa.
Desde su muerte, el Fondo Digit de Fossey en los Estados Unidos ha sido renombrado como la Dian Fossey Gorilla Fundation Internacional, encargado del Centro de Investigación de Karisoke y continúa el seguimiento diario de los gorilas, así como su protección. El pueblo de Ruanda se ha dado cuenta de la importancia de los gorilas de montaña y su hábitat natural.
La última anotación en el diario de la doctora Dian Fossey decía: “Cuando te das cuenta del valor de toda la vida, piensas menos en lo que es el pasado y te concentras más en la preservación del futuro”.