La presente edición de TIEMPO DE VIAJAR incluye dos interesantes reportajes: El primero de ellos dedicado a BRUJAS la ciudad belga conocida como la Venecia del Norte. En un segundo reportaje realizamos una interesante visita al PALACIO DE GOLESTAN auténtico esplendor persa en la capital iraní. Y en los Destinos Mágicos invitamos al lector a realizar un recorrido por la CRIPTA DE SAN ANTOLÍN maravilla visigótica del siglo VII, situada bajo la actual catedral de Palencia. Excelente el capítulo gráfico en la Galería de Fotos. http://info-tiempodeviajar.blogspot.com Adéntrate en las páginas de TIEMPO DE VIAJAR, donde siempre encontrarás reportajes, una amplia galería de fotografías, noticias, curiosidades y todo lo relacionado con el mundo del viaje y la aventura. Incluso tienes un contacto por si quieres formular alguna consulta.

LA CONQUISTA DE VALENCIA



A TRAVÉS DEL CAMINO DEL CID (8)
Comprende el recorrido desde Cella (Teruel) hasta la capital valenciana, a lo largo de unos 220 kilómetros y atravesando las provincias de Teruel, Castellón y Valencia.
En tiempos del Cid, a mediados del siglo XI, el antiguo califato andalusí se había dividido en numerosas taifas (reinos musulmanes). Militarmente débiles, sufrieron primero el acoso de los pujantes reinos cristianos y después la invasión de los almorávides llegados de África. Así, la rica taifa de Valencia era ambicionada por aragoneses y catalanes, y también por los reyes árabes de Zaragoza, Lérida y los propios almorávides. El Cid supo sacar provecho de esta situación conquistando la ciudad de Valencia, pero la presión almorávide obligó a su mujer, Jimena, a abandonarla en 1102, después de la muerte del Campeador.
Los almorávides eran tribus procedentes del norte de África que entraron en la península en 1086, tras la conquista de Toledo por Alfonso VI, rey de León y Castilla. Estas tribus se hicieron con el mando de Al Andalus hasta que a mediados del siglo XII fueron desplazados por los almohades, también originariamente procedentes de Marruecos. Para entonces el empuje de los reinos cristianos era imparable, aunque no exento de dificultades, y cristalizaría con la conquista definitiva de Valencia por Jaime I en 1238.

LAS DOS CONQUISTAS DE VALENCIA
Esta ruta, y los diferentes anillos y ramales que de ella surgen, están basados en la conquista “literaria” e “histórica” de Valencia por el Cid. La conquista literaria se ciñe al Cantar de Mio Cid, poema escrito un siglo después de la muerte de Rodrigo Díaz, y comienza en Cella (Teruel), el lugar elegido por el Cid para reunir a quienes quisieran acompañarle en su aventura. Desde Cella el camino conduce a Teruel, capital del arte mudéjar y Patrimonio de la Humanidad, para entrar a continuación en la comarca Gúdar-Javalambre: un espacio natural con espacios armoniosos y de historia palpable, como Mora de Rubielos o su “prima” Rubielos de Mora.
Por su parte, la conquista histórica tiene su origen remoto en las tierras islámicas del Maestrazgo, concretamente en la comarca de Morella, a donde se accede por Montanejos u Onda, a través de los Anillos del Maestrazgo y Morella.
Dejando la provincia de Teruel por Olba para adentrarse en los Estrechos del río Mijares, un bonito espacio natural, y desde allí, por Montanejos descender hacia el valle del Palancia, para enfilar Valencia por poblaciones cidianas como Jérica, Segorbe o Torres Torres, hasta la inmemorial Sagunto (la antigua Murviedro). Desde allí, la ruta sigue por la costa hasta Valencia, pero antes hay que detenerse en El Puig; su castillo fue tomado por el Cid en 1092 y por Jaime I en 1237; en ambos casos su ocupación fue determinante para la conquista de la ciudad.
Ya sólo le queda al viajero entrar en la ciudad vieja de Valencia por cualquiera de sus puertas históricas -la de Quart o la de Serrano- y recorrer un tramo del antiguo perímetro de las murallas islámicas, cuyos restos, apenas unos lienzos, se hallan encastrados en algunas casas del casco antiguo. El Cid tomó Valencia el 15 de junio de 1094 después de un durísimo asedio. Gobernó como príncipe y aquí murió en el año 1099. Se cuenta que tras la conquista subió a la torre del alcázar para ver sus posesiones: en esta ruta pueden darse los últimos pasos de este viaje subiendo al Miquelet, uno de los símbolos de esta ciudad legendaria.


(Ver interesante colección gráfica de este reportaje en GALERIA DE FOTOS)