UN PUEBLO “MALDITO”
Se trata de un municipio de la provincia de Zaragoza en la comarca de Tarazona y el Moncayo. Su término tiene un área de 18,26 kilómetros cuadrados y una población que no llega al centenar de habitantes.
La localidad ha sido protagonista desde hace siglos de leyendas sobre brujas, misterios y aquelarres, algunas de las cuales fue recreada por Gustavo Adolfo Bécquer. Es el único pueblo español oficialmente considerado como maldito y excomulgado por la iglesia católica, cuya excomunión no ha sido revocada todavía.
Trasmoz se sitúa en las faldas del Moncayo, a una altitud de 765 msnm y al oeste de la provincia de Zaragoza, a una distancia de trece kilómetros de Tarazona y a 78 kilómetros de la capital aragonesa.
Parte de su término municipal está ocupado por el Parque natural del Moncayo.
PREHISTORIA Y EDAD ANTIGUA
La historia del actual núcleo se remonte al siglo XII, cuando se fundó el Señoría de Trasmoz, que durante el siglo XII y XIII fue alternando entre el Reino de Aragón y el de Navarra, hasta que Jaime I en 122 lo conquistó definitivamente.
Sobre mediados del siglo XIV, perteneció a la Casa de los Luna, hasta que en 1437 Alfonso V hizo que Trasmoz, tras el apoyo dado a Jaime II de Urgel en el Compromiso de Caspe y Lituénigo, sometieran autoridad a don Lope Ximénez de Urrea (I conde de Aranda).
EDAD MODERNA
Tras la muerte de Lope, el señorío de Trasmoz fue sucedido por Pedro Manuel Ximénez de Urrea, que era el segundo hijo de Lope, y el conseguir el señorío de Trasmoz hizo que se enfrentara a su hermano primogénito Miguel Ximénez de Urrea (II conde de Aranda). En 1512 Pedro Manuel, por unos problemas de riegos con el monasterio de Veruela, en el que casi hay una guerra civil, el monasterio le echó al pueblo la conocida maldición de Trasmoz celebrada en la iglesia del monasterio.
Sobre la década de 1530 el castillo de la población quedó abandonado y tras un incendio en el Torre del Homenaje y la reutilización de materiales de construcción que había en la fortaleza, hizo que a día de hoy sólo estén los muros y la torre.
UN MISTERIOSO CASTILLO
Fue uno de los enclaves más disputados por los reinos de Aragón y Navarra en la frontera entre ambos.
Está
ubicado en la sierra del Moncayo y, según fuentes navarras ya
existía en 1185, cuando las tierras en torno a él pertenecían a
Navarra y eran pugnadas por los aragoneses. Finalmente, empezó a
formar parte de la Corona de Aragón por mediación de Alfonso II.
Más tarde pasó a Sancho Pérez de Monteagudo como donación a la
Corona.
Tras la unión de Castilla y Aragón, y el cese de las disputas nobiliarias, el castillo quedó abandonado. En 1988, Manuel Jalón Corominas creó la Fundación Castillo de Trasmoz tras adquirir dicho edificio, inicio unas labores de restauración y excavaciones arqueológicas y publicó el libro La leyenda negra de Trasmoz.
La planta del castillo es hexagonal, con las torres en los extremos, de los siglos XIII, XIV y XV. La Torre del Homenaje es el elemento más antiguo que se conserva de la fortaleza. De planta cuadrada y antiguamente rematada con almenas, se localiza en el centro del castillo.
Gustavo Adolfo Bécquer recogió las leyendas del castillo de Trasmoz en sus Cartas desde mi celda, tras residir junto con casta Esteban y los hijos de ambos y su hermano Valeriano Domínguez Bécquer, en la recuperada hospedería del monasterio de Veruela.
Junto con el castillo, es también un lugar de interesante visita la iglesia de la Virgen de la Huerta (siglos XII y XIII) de portada románica y nave gótica.
FESTIVIDADES
Sus fiestas patronales son en honor de San Roque (16 de agosto). Cuenta además con infinidad de fiestas a lo largo del año, promovidas por el Ayuntamiento y la Asociación Cultural El embrujo de Trasmoz.
Cabe
destacar la Salida del Santo por San Roque de invierno (Hogueras de
San Antón), en marzo la celebración del Día del Árbol, dedicado a
la naturaleza. En abril se celebra Roldar el huevo (tradición de
roldar los huevos por las heras), en Junio Las Enramadas, en la que
grupos de joteros van rondando por las casas, degustando licores y
pastas.
En julio Feria de la brujería y plantas medicinales, y en octubre la Luz de las Ánimas, tradición de honrar a los fallecidos.
Dado que en esta pequeña localidad siguen proliferando las leyendas y misterios sobre brujas y aquelarres, y a la vez continúa siendo considerado maldito y excomulgado por la iglesia católica, en los últimos tiempos ha crecido el interés turístico por esta población aragonesa.