Altivo, con aire dominante, el gran señor de la noche, el búho real de la India (también llamado bího de Bengala -Bubo bengalensis- ) es una espécie de gran búho de cuernos que se encuentra en el subcontinente indio.
El búho bengalí es una especie de ave estrigiforme de la familia strigidae que se distribuye por todo el sur de Asia. Se encuentran en colinas rocosas y bosques de montañas, normalmente en parejas. Tienen un ulular profundo y resonante que emiten al comenzar su actividad al crepúsculo. Son búhos grandes, con "cuernecillos" en sus cabezas. Su color suele ser pardo o gris moteado y su garganta es blanca con pequeñas estrías negras. Alcanza una longitud media de unos 53 cm.
El búho bengalí es una especie de ave estrigiforme de la familia strigidae que se distribuye por todo el sur de Asia. Se encuentran en colinas rocosas y bosques de montañas, normalmente en parejas. Tienen un ulular profundo y resonante que emiten al comenzar su actividad al crepúsculo. Son búhos grandes, con "cuernecillos" en sus cabezas. Su color suele ser pardo o gris moteado y su garganta es blanca con pequeñas estrías negras. Alcanza una longitud media de unos 53 cm.
Aunque suelen habitar colinas o
bosques, en ocasiones frecuentan desiertos y llanos abiertos, aunque no suele
ser habitual. Normalmente pasan el día al abrigo de un arbusto o formación
rocosa o en un árbol grande cerca de sus cazaderos habituales. Su dieta
consiste principalmente en pequeños roedores y otros mamíferos,
y en ocasiones pájaros.
La estación de apareamiento se sitúa
entre noviembre y abril. Suelen poner 3-4 huevos ovalados de un blanco cremoso
con una textura suave. Los huevos se depositan sobre el suelo desnudo en un
hueco natural en un risco o acantilado o bajo el abrigo de un arbusto a nivel
del suelo.
EN INDIA ESTÁ FLORECIENDO EL MERCADO NEGRO
En la India, los búhos son sacrificados en rituales
para atraer la buena fortuna, y en algunos casos para enviar mala suerte a sus
rivales. Aunque los búhos están protegidos por ley, lamentablemente el mercado
negro está floreciendo.
Frente al Fuerte Rojo de Delhi,
construido en el siglo XVII en la parte antigua de la capital india, se
encuentra el famoso mercado de aves, conocido localmente como Kabootar Bazar,
“el mercado de la paloma”. En lugar de palomas, sin embargo, las pequeñas
tiendas exhiben principalmente aves exóticas en jaulas sucias con excrementos y
restos de comida en descomposición. El brillante plumaje, amarillo y rojo, de
los animales otorga a este lugar una extraña vivacidad.
En las tiendas, los visitantes no
podrán ver, sin embargo, un búho enjaulado. Los dueños son muy conscientes
de que su venta es ilegal. Las 32 especies de búhos existentes están protegidas
por la "Ley de Protección de la Naturaleza” india desde el año 1972. Pero
están ahí, al alcance de cualquiera que esté dispuesto a pagar un determinado
precio.
Los búhos siguen siendo la especie de
ave silvestre más buscada en la India, ya que se les otorga poderes
mágicos especiales. Las aves son sacrificadas por personas que esperan mejorar
su situación financiera, o para desear una maldición a un adversario. Asimismo,
las partes del cuerpo de esta ave se convierten en amuletos para atraer la
buena suerte.
El comercio y los sacrificios tienen
lugar durante todo el año, pero principalmente durante el festival hindú
Diwali, en otoño. La divinidad que preside esta festividad es Lakshmi, diosa
hindú que otorga la prosperidad y la riqueza, y que está estrechamente
relacionada con el búho.
El uso de búhos en la magia negra y la
brujería es uno de los principales factores para el comercio encubierto de
estos animales en India. Según el informe publicado por TRAFFIC (programa
conjunto de WWF y la Unión por la Conservación de la Naturaleza, UICN), en los
rituales y ceremonias se usan los cráneos, plumas, garras, huevos, vísceras y
huesos de estos animales.
Los chamanes y practicantes de la magia negra, a los que frecuentemente se denominan tántricos en India, prescriben a sus seguidores el uso de partes de búho en sus rituales. Cráneos, plumas, garras, corazones, hígados, sangre, grasa, lágrimas, huevos, carne y huesos, son algunos de los ‘ingredientes’ de estas ceremonias.
Los chamanes y practicantes de la magia negra, a los que frecuentemente se denominan tántricos en India, prescriben a sus seguidores el uso de partes de búho en sus rituales. Cráneos, plumas, garras, corazones, hígados, sangre, grasa, lágrimas, huevos, carne y huesos, son algunos de los ‘ingredientes’ de estas ceremonias.
De las 30 especies de búho registradas
en India, 15 son objeto de este tráfico ilegal. Las especies más demandadas son
las de mayor tamaño -como el búho real de Bengala-, sobre todo los que tienen
falsos ‘mechones en las orejas’ (extensiones de las plumas a la altura de la
cabeza), de los que se dice que poseen poderes mágicos especiales.
Según TRAFFIC, los centros del
comercio ilegal de estas especies se localizan en Uttar Pradesh, Madhya
Pradesh, Bengala, Andhra Pradesh, Delhi, Gujarat, Rajasthan y Bihar.
Aunque la caza y el comercio de todas
las especies de búhos en India están prohibidos desde 1972, la realidad es que
el sacrificio ritual de estos animales es una práctica habitual. TRAFFIC alerta
de un aumento en su comercio, especialmente cuando tiene lugar el Diwali, o
Festival de las Luces, que marca la entrada del nuevo año hindú.
El Ministro de Medio Ambiente afirma “Los búhos son tan importantes para nuestro
entorno como los tigres o cualquier otra especie carismática. Es crucial que la
amenaza salga a la luz y se tomen acciones concretas para luchar contra ella”.
El estudio encuentra otros riesgos
para la supervivencia de los búhos en el país. Las diferentes especies son
cazadas para espectáculos callejeros, taxidermia, carne, medicinas
tradicionales, cebo para la caza de otros predadores y hasta se usan sus garras
y plumas en la fabricación de adornos para el pelo.
La captura de estas aves es ilegal
según la ley india, pero el mercado negro continúa impulsando la caza furtiva.
WWF pide medidas urgentes que pongan
freno al comercio de búhos, que no sólo se centren en una mayor vigilancia,
sino también en la sensibilización ciudadana sobre la importancia de estas
rapaces en los ecosistemas, en especial para los granjeros, ya que estas
rapaces se alimentan de los roedores e insectos que destruyen las cosechas.