Comenzaba el invierno de 1849, cuando
William Manly, el guía que conducía la primera caravana de colonos hacia el
oeste, vio por vez primera el Death Valley -el valle de la muerte-,
calificándolo como “la más maravillosa imagen de la desolación nunca vista”.
Aunque los indios habían vivido en él desde hacía épocas inmemoriales, para los
pioneros que lo atravesaron, intentando tomar un atajo para llegar a
California, no fue más que un viaje al infierno en el que muchos perdieron la vida.
Fue uno de los supervivientes quien dio
nombre al lugar, cuando al volver la vista atrás exclamó: “Adiós valle de la muerte”.
En 1933, nada menos que 84 años más tarde,
fue declarado monumento nacional, se arreglaron algunas carreteras, se ubicaron
algunos hoteles y a su vez llegaron los primeros turistas de todo el mundo.
NATURALEZA MADE IN U.S.A.
La amenaza contra la naturaleza, motivada
por el crecimiento de las grandes ciudades y el auge de los viajes en automóvil
que llevó a la construcción de carreteras y autopistas, provocó la creación de
los parques nacionales de los Estados Unidos. En los años treinta, algunos se
dedicaron a matar a los depredadores para salvar a los animales “buenos”. Otros
eliminaron a los pájaros carpinteros porque incomodaban a algunos visitantes.
Tuvo que madurar la ecología para que la gente se diera cuenta que todo cuanto
vive en estos 32.000
kilómetros cuadrados protegidos está interrelacionado.
Había que salvar todo lo que vuela, anda, corre, se arrastra, crece, llueve, erupciona
y corroe. En otras palabras, todo lo que participa en el complejo sistema
evolutivo, el ecosistema.
SITUACIÓN
Y CLIMA DEL DEATH VALLEY
Ubicado en el sureste de California, ocupa
también una porción del estado de Nevada, a 220 kilómetros de
Los Ángeles y 100
kilómetros de Las Vegas.
Su superficie es de unos 7.770 kilómetros
cuadrados.
En verano (julio), el termómetro puede
llegar hasta los 45º, descendiendo hasta los cuatro en invierno. La mejor época
para adentrarse en el desierto es de abril a junio y de finales de septiembre
hasta noviembre.
LUGARES
DE INTERÉS
Se puede comenzar un recorrido por
Zabriskie Point y Dante’s View, a 150 kilómetros al
sureste de la carretera 190, lugar famoso por haberse rodado en este tramo
algunas películas. La erosión ha creado hermosas y extrañas formaciones que
adoptan espectaculares colores al amanecer.
Desde Dante’s Point, a 2.000 metros de
altitud, de un solo vistazo se aprecia el Mont Whitney, la segunda elevación
del país, y Badwater, el punto más bajo del hemisferio occidental, 85 metros por debajo del
nivel del mar.
Devil’s Golf Course, algo así como el
campo de golf del diablo, se encuentra a unos 17 kilómetros al sur
de Fumace Creek por la carretera 190. En su día fue un lago, transformado en la
actualidad en un depósito de minerales debido a la evaporación de sus aguas.
Otra posibilidad es la ruta de las
ciudades fantasmas. A 45
kilómetros de Stove Pipe Well se encuentra Rhyolite, un
pueblo abandonado que durante la fiebre del oro, en el año 1904, llegó a
albergar más de dos mil habitantes, además de dos periódicos y una biblioteca.
ALOJAMIENTOS
Existen campings en la zona: el Fumace
Creek, Mequite Spring y Wildrose que funcionan durante todo el año.
De abril a octubre permanecen abiertos el
Texas Spring, Subset y Stove Pipe Wells. El resto ofrecen sus servicios de
abril a octubre.
Existen también hoteles que cuentan con
piscina, aire acondicionado, restaurante y tiendas, y son de ambiente
agradable. Todos ellos cuentan con bonitas vistas del entorno.
Esta fascinante región que los indios
convirtieron en una leyenda negra, sin duda alguna hace honor a su nombre. Es
una belleza para la vista y conserva un singular atractivo, ahora bien, resulta
un infierno para quien tiene la osadía de atravesar este Valle de la Muerte.