La presente edición de TIEMPO DE VIAJAR incluye dos interesantes reportajes: El primero de ellos dedicado a BRUJAS la ciudad belga conocida como la Venecia del Norte. En un segundo reportaje realizamos una interesante visita al PALACIO DE GOLESTAN auténtico esplendor persa en la capital iraní. Y en los Destinos Mágicos invitamos al lector a realizar un recorrido por la CRIPTA DE SAN ANTOLÍN maravilla visigótica del siglo VII, situada bajo la actual catedral de Palencia. Excelente el capítulo gráfico en la Galería de Fotos. http://info-tiempodeviajar.blogspot.com Adéntrate en las páginas de TIEMPO DE VIAJAR, donde siempre encontrarás reportajes, una amplia galería de fotografías, noticias, curiosidades y todo lo relacionado con el mundo del viaje y la aventura. Incluso tienes un contacto por si quieres formular alguna consulta.

EL FANTÁSTICO MUNDO DE KIPLING

 
A lo largo de la historia, pocos escritores han contribuido tanto al conocimiento de la India como Rudyard Kipling. Sería pues del todo injusto que ahora, cuando se cumplen 76 años de su muerte, no se hiciera destacada mención en estas páginas de este autor que con exquisita pluma supo deleitar a través de sus maravillosos relatos con los viajes y aventuras de un sin fin de personajes, como extraídos todos ellos de la vida real y, por tanto, con una inherente autenticidad.
Nacido en la abigarrada y mítica ciudad de Bombay (Maharashtra) en 1865, los primeros años de su vida ejercieron sobre él una marcada influencia al estar rodeado de un ambiente mágico y multicolor que le hizo experimentar sensaciones indescriptibles. Sin embargo, aquella niñez impregnada de felicidad se vio truncada cuando sus padres decidieron enviarle a Inglaterra junto a su hermana.
Al ser objeto de todo tipo de malos tratos por parte de quienes cuidaron de su educación, personas extrañas que le hicieron sentirse abandonado por sus progenitores, vivió entonces la peor época de su vida, como él mismo recordaría años más tarde al escribir un esbozo de autobiografía.
Más adelante, cuando entró como alumno en el United Services Collage, la disciplina casi militar y el rudo trato a que fue sometido, acabaron por herir profundamente su sensibilidad y endurecerle de forma considerable.
El joven Kipling supo sobrevivir en aquel entorno hostil y a los 17 años regresó a la India donde trabajó como periodista, primero en Lahore y luego en Allahabad. Los ingleses, no obstante, por aquel entonces carecían de periodismo político, y quien no era funcionario de la administración o bien oficial del ejército tenía escaso porvenir, de ahí que orientase su actividad con fines literarios.
Durante aquella época aprendió a conocer mejor su país, las gentes, costumbres, ritos y tradiciones, vertiendo sus experiencias en diferentes escritos que comenzó a publicar y en los que reflejó su admiración por los soldados y personajes de acción que vivían en permanente situación de riesgo, los constantes excesos de la sociedad anglo-india y la miseria arraigada en la población.
Volvió de nuevo a Inglaterra en 1889 y, aunque alcanzó una cierta celebridad, nunca se sintió cómodo entre los intelectuales londinenses. El rechazo fue mutuo, de ahí que tres años más tarde marchara a Estados Unidos, donde contrajo matrimonio y evocando el recuerdo de etapas anteriores publicara diferentes relatos sobre la India. Así fue como nació “El libro de la selva”, que por su narrativa, en principio pareció dedicado al mundo infantil, pero acabaría convirtiéndose en un libro con amplia resonancia en todo el mundo, siendo traducido a infinidad de idiomas.
Poco después escribió “Capitanes intrépidos” y en 1901 el famoso “Kim”, su último y excepcional libro basado en la India, y en el que, de alguna forma, plasmó buena parte de sus propias experiencias, pero a través del singular y simpático personaje: un muchacho huérfano que se educó en las calles de Lahore, siendo más tarde recluido en una severa escuela inglesa.
 En 1907, Kipling recibió el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose en el primer escritor indio en obtener tan destacado galardón (Rabindranath Tagore lo conseguiría en 1913).
El desarrollo de los acontecimientos políticos de su país, el estallido de la Primera Guerra Mundial y después la muerte de su hijo, le convirtieron en un hombre amargado y profundamente insatisfecho consigo mismo, que sentía gran preocupación por un Imperio Británico en franca decadencia.
En los últimos años de su vida, mientras la India se agitaba con los disturbios que la conducían por el largo camino hacia la independencia, Kipling escribió diferentes narraciones aunque desinteresándose por completo de la política.
Poeta y narrador que reflejó como nadie los avatares de la era victoriana, el hombre que describió de forma magistral en sus relatos la India de los maharajás, de los fusileros de Khyber y los lanceros de Bengala, y mil aventuras de jinetes perseguidores de rebeldes pathans en la Frontera Noroeste. Sin olvidar los espectaculares desfiles militares, cacerías de tigres, lujosos bailes de sociedad en los que sus protagonistas eran bellas y encorsetadas mujeres, seducidas casi siempre por arrogantes y fastuosos personajes que se enorgullecían de exhibir sus chaquetas repletas de condecoraciones, así como concursos de polo, asaltos a fortalezas, envites de caballería, caravanas de elefantes engalanados, el retrato en suma de toda una época, un mundo de ensueño y fascinación… Kipling fue también un incomprendido entre los intelectuales de su entorno, de ahí que a la inhumación de sus restos mortales en la abadía de Westminster, en lugar de asistir literatos y editores, lo hicieran sólo políticos, militares y hombres de acción, como si quisieran erigirse en representantes de los legendarios personajes que él había descrito en sus fantásticas obras.
¿Fue a lo largo de su vida un escritor-viajero? ¿O quizá un viajero-escritor? Sea lo que fuere, el nombre de Rudyard Kipling estuvo y estará por siempre vinculado a la historia de la India.